CAPÍTULO TRES

475 38 26
                                    



SASUKE

Cerré la puerta de mi departamento y coloque la llave dándole doble vuelta. A menudo las vecinas del edificio aprovechaban el poco tiempo que permanecía aquí para conspirarme. Creen que no me doy cuenta que hablan sobre mí. Son demasiado ruidosas. Un hombre soltero que casi nunca está en casa da mucho a su imaginación. Me daba igual. Preferían evitarme a toda costa, cosa que me iba perfecto.

Todas, excepto una.

— Qué coincidencia, Señor Uchiha —una voz femenina hablo tras de mí.

Me gire para verla. Vivía enfrente de mí, así que no me extrañaba ser espiado por ella. La mire esperando que dijera algo más. Yo no tenía intención de responderle a algo absurdo que ocasionó. Acomodo su cabello soltando "sutilmente" el perfume de su shampoo. Soltó su cabello y descubrió sus hombros dejándome ver su escote a propósito.

— ¿Paso bien la Navidad? Ayer toque su puerta para invitarlo, pero creo que no estaba. —Se acercó.

— No me interesan ese tipo de cosas.

No se rindió y propuso otra cosa aún más absurda.

— Entonces, ¿puedo invitarlo a desayunar a mi departamento? Podríamos pasárnosla genial.

Entrecerré los ojos. Ino era un total fastidio, de algún modo se las ingeniaba para coincidir siempre. Supongo que el sonido de mi cerradura era como una alarma para que saliera por "casualidad".

— ¿Qué es lo que pretendes, Ino?

— Nada en particular. —Fingir inocencia no funcionaba conmigo, sabia cuando una persona mentía. Podía sentirlo en la forma de su voz, en lo nerviosa que se ponía y evadía las cosas.

Mire a mis lados comprobando que el pasillo quedo vacío. La tome del cuello y la arrincone a la pared. Mis ojos viajaron de su escote a su rostro. No podía negar que estaba guapa.

— Hace frio para que andes con una pequeña blusa. ¿Intestas provocarme?

Comenzó a ruborizarse, respiro agitadamente tratando de respirar.

— Si... Quiero tu atención. —Se mordió el labio. Incitándome a probar el labial que se aplicó.

— Te la estoy dando, ¿Y luego qué?

Intento tomarme de las solapas dela chaqueta para darme un beso, sin embargo la solté y tome sus muñecas evitando que me tocara. Miro a mis ojos desconcertada.

— Desteto que me toquen sin mi permiso.

Estaba por reprochar algo, pero el llanto del bebe en su apartamento lo evito. El niño no paraba hasta que ella fuera a atenderlo. Me aleje y le di una última mirada. Sé que ella no buscaba aventura de una sola noche. Ya fue ingenia con el amor una vez, solo evito que lo vuelva hacer, pero es tan estúpida. Intenta darle un nuevo padre a su hijo, Ino intenta de todo para llenar la figura que le falta, pero es inútil conmigo.

Y aunque ambos no somos jóvenes, yo no pienso atarme a nadie.

Salí de ahí y camine entre calles hasta llegar al casino subterráneo. Baje las escaleras que conducían a reducidos pasillo que te guiaban hacia una gran bodega. Las luces de neón impedían ver con claridad, la misma fachada de un lugar de mala muerte. Las máquinas tragamonedas eran el vicio predilecto, estaba a reventar. Había muchos hombres que gastaban todo su dinero con tal de ganar una vez. Idiotas. Eso engordaba los bolsillos del capo de la mafia.

NO DEBERÍAS   (SasuSaku) En Emisión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora