NO DEBERÍAS (SasuSaku) En Emisión

CAPÍTULO SIETE (+18)

En este capitulo se recomienda discreción. 

 La canción que escuche mientras escribía esto fue: 

Fill the Void / The Weekend.  Ustedes pueden escuchar la que les guste. <3

Disfruten como gusten. 7u7

SAKURA

Algunos días después pasaron volando. Mirar la luz y la oscuridad detrás de una ventana era como no vivir el día. Las 24 horas se pasan rápido y se vuelve monótono cuando las cuatro paredes comenzaban a absorberme. No miraba el reloj porque sentía que los números cambiaban constantemente. La inquietud de mis pensamientos se convirtió en suplicio, más cuando no salía del cuarto la mayor parte del tiempo. Trataba de evitar al Señor Uchiha y limitarme a hablar solo de lo necesario.

Habría batido mi récord de 4 días con la misma rutina, de no ser porque a la hora de la cena insistió en que cenáramos juntos en el comedor como personas civilizadas. No decíamos nada, él estaba en lo suyo colocando los platos como si no estuviera sentada justo enfrente. ¿De qué se trataba este circo? ¿Me estaba perdiendo de algo importante? El dejo claro que era lo mejor no dar un paso imprudente.

— ¿Tiene algo que decirme? —comencé. Si quería llegar a un acuerdo de llevar la fiesta en paz, con gusto accedería.

— ¿Hasta cuándo se te va a acabar el berrinchito, Sakura? —Se recargo en el respaldar de la silla y cruzo los brazos ansioso por mi respuesta. Mostro autoridad con tan solo un pequeño movimiento de sus labios y el levantamiento de su barbilla.

— El que no tenga que decirle nada, no es un berrinche. No soy una niña. —Tome la misma postura.

— Uh, claro. Actúas tan madura que te encierras en el cuarto a la hora de comer. Y me gusta que cuando se dirijan a mí, me miren a los ojos.

No me percaté de que mi vista se perdió en el suelo. Lo estaba pensando mucho para alzar la mirada. Cuando me topé con sus ojos pude ver que estudiaba mis expresiones, analizando el mínimo gesto de mi rostro. Era intimidante desde su posición, alguien autoritario que con una sola palabra podría provocar mucho.

— Me gusta estar sola la mayor parte del tiempo —excuse.

— Lo que veo es que actúas como una adolescente y no tengo tiempo de lidiar con ello.

— ¿Una adolescente? —repetí indignada.

— Sí, es alguien que no sabe afrontar las cosas. Te escondes y evades todo, así como la vez que llegaste aquí, evadiste todo con alcohol. Pudiste no haber llegado aquí y estar en serios problemas en la calle por tu imprudencia.

— Cada quien lidia como puede. ¿Qué le molesta en realidad? Es mi manera de tomar valor para asumir mis consecuencias, no soy una cobarde.

— Pues no lo parece.

— ¡No!, usted es quien no afronta las cosas. De una vez le digo que no actuó de manera correcta cuando estaba a punto de caerme. Se largó dejándome luego de haberme provocado.

— ¿Qué querías que hiciera? —Dejo de recargarse y coloco sus codos sobre la mesa, tomando una postura aún más amenazante que la anterior. Al no responderle prosiguió usando ese tono grave y provocador: — ¿Qué te tocara? ¿Qué te besara? ¿Te hubiera gustado eso?

Sentí las manos frías, trague saliva imaginándome la situación de lo que hubiera pasado. No estaba pensando con coherencia. El recuerdo de sus dedos sobre mi piel me estaba cobrando factura.