CAPÍTULO NUEVE

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SAKURA

Ante la llegada repentina del señor Uchiha, Naruto se mostró serio. Alzó la barbilla dirigiéndose al hombre que por posesividad me tomó de la cintura.

— Te hice una pregunta, cariño. —Suavizo su tono de voz y me tomo por sorpresa ante el apelativo que lo hizo sonar natural. Como una pareja de casados. Sus dedos fríos me acariciaron en círculos, dejando la idea de un toque íntimo.

Moví los dedos discretamente como un gato ante una placentera caricia, no quería reaccionar de esa manera, pero el efecto erótico que me provocaba solo fue producto de mi débil fortaleza. ¿Por qué se estaba comportando así?

Naruto decidió hablar.

— Solo me perdí un poco y estaba preguntándole a su ¿esposa? —. Busco en mis ojos alguna respuesta ante su curiosidad. No se iba a ir sin saber algo más de mí.

— Oh no, yo no...—respondí alarmada

— Oh, comprendo. Disculpe el atrevimiento, señorita. — Hizo una pequeña reverencia y se intentó ir, pero la intervención del señor Uchiha lo detuvo.

— Pensé que la agencia era serio con sus empleados. Nunca imagine que dejaran entrar a un extranjero.

El fruncido de sus cejas rubias me decían que él no pensaba simplemente agachar la cabeza, olvido su papel en el evento y con dignidad, respondió:

— Bueno, debo ser muy bueno en mi trabajo para ser contratado en otro país.

La respuesta no le agrado al señor Uchiha, pues sentí hundir más sus dedos en mi piel. Los ojos negros lo miraron de pies a cabeza, como un ser inferior el cual no pertenecía aquí. Siendo honesta eso me dio un escalofrió, pues esa fracción de segundo el mostro otro concepto de él. Impartir miedo desde una alta jerarquía.

¿Sabía que él era un mafioso? ¿Todos aquí lo eran?

— Tienes agallas. Así que espero que sepas a donde te has metido.

— Lo sé perfectamente. Aquí hay mucha gente de poder, que con solo tronar los dedos podrían crear una masacre, como lo es usted, señor Uchiha —recalcó Naruto.

El mencionado, entrecerró los ojos sintiendo advertencia ante las palabras del rubio. No sabía lo que estaba sucediendo, pero la tensión era tanta que podía cortarlo con una tijera. El motivo ya no era yo, sino ellos.

Naruto por su lado, mantuvo la mirada desafiante del señor Uchiha. Independientemente al ser más joven que él, no se dejó intimidar. Algo me decía que había un trasfondo en todo esto y tal vez no era la primera vez que uno veía al otro. No era tonta para no darme cuenta que la forma en que Naruto lo miraba, era de alguien ya sabía mucho acerca del otro. Siendo un periodista conocía muchas cosas que yo no.

— Me agrada que me conozcas. Así que espero que también sepas que me molesta cuando se meten con lo mío. —Acercó mi cuerpo junto al suyo.

Una tercera voz interruptor.

— Naruto, necesito que entrevistes al señor Madara.

Voltee en busca de la persona que acaba de salvarme. Resultó ser una chica, que al igual que Naruto traía colgando una cámara en su cuello. Algo que llamó mi curiosidad, fue que no era japonesa, y eso lo recalcó el Señor Uchiha.

— Vaya, una plaga de extranjeros en un sitio como este.

— Mi compañera y yo tenemos trabajo que hacer, así que con su permiso, señor Uchiha —evadió Naruto.

Bien sabía Naruto que no podía responderle de otra manera, en primera porque en su posición no podía volverse en contra de alguno de aquí. La última mirada azulada que me dirigió, intrigo algo en mi ser. Ofertándose como un banco de respuestas que con su número podía tener acceso.

NO DEBERÍAS   (SasuSaku) En Emisión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora