SAKURA
Los hábitos rutinarios de Tsunade lograban que no sintiera el departamento vacío. El sonido de sartenes moviéndose en la cocina era como una alarma por las mañanas. De esa manera me daba cuenta que llegaba con bien.
Estire mi cuerpo después de descansar por largas horas y camine hacia donde ella se encontraba. Veía la televisión de la sala mientras cocinaba algo que olía delicioso.
— Espero que tengas buen apetito, hoy me esmere con el desayuno.
Asentí, y luego me senté en la silla de largas patas frente a la isla. Coloco mi desayuno con pequeños detalles que lo hacían ver apetitoso. Me sentí afortunada de recibir este tipo de atención, el solo hecho de recibir algo caliente para desayunar lo hacía un privilegio.
Compare la hora del reloj con la hora exacta de hace tres meses, cuando estaba en el campo y justo a estas horas terminaba de desayunar para luego regar mis huertos. Se sentía extraño que alguien hiciera lo que yo siempre hice por las mañanas.
— Doctora, le prometo que mañana yo me encargare del desayuno.
— Dedícate a estudiar mientras estoy aquí, yo me encargare de todo lo demás. —Se sirvió una porción para luego acompañarme. Le subió el volumen a la televisión cuando inicio la sección del clima, decía que aun seguirá nevando unos cuantos días más.
No hable más, me reserve lo feliz e incómoda que me sentí al mismo tiempo. Incomoda, porque este trato tan gentil y maternal no era yo quien debería recibirlo, era para esa joven a la que buscaba con tanto anhelo. Tsunade se notaba cansada, demasiado desvelada y aun así no había día que no intentara buscar. Por la expresión de su rostro decaído me daba cuenta que anoche no tuvo noticias nuevas. Nada. Era frustrante alcanzar algo sin tener avance.
— Por cierto, después de desayunar iremos a comprarte ropa —hablo después de casi terminar su plato.
— Oh no es necesario, antes de irse el señor Uchiha me compro lo necesario.
De la bolsa del suéter saco una tarjeta negra, mostrándola en todo su esplendor, era brillante y en letras doradas decía pertenecer a un banco prestigioso.
— El mismo ordeno que se te llenara el closet, aprovecha esta preciosura de muchos ceros, no todos los días te la regala un millonario. —Beso el plástico como un tesoro y lo volvió a guardar.
¿Millonario?
Nunca me detuve a verlo de esa manera, más que como un mafioso. Detalle el sillón de cuero, la mesa minimalista de vidrio y su completa colección de autos en un mueble exclusivamente para eso. El auto en medio de toda la colección lo tenía en tamaño real, abajo en el estacionamiento del edificio. Eso explicaba lo lujoso de este lugar, un departamento cómodo en donde hasta elevador espacioso recalcaba lo caro del lugar.
Me sonrojé sin querer al recordar el encuentro carnal que tuvimos cuando ascendimos hasta el departamento. El señor Uchiha se encargó de detener el elevador en el séptimo piso, acorralándome una esquina. Sus besos en mi boca dejaron de tornarse lentos para darle paso a calmar la llama y deseo que tenía en follarme.
Con el bombear de sus dedos en mi interior fue como entrar en un trance de mucho placer, retorciéndome y gimiendo al mismo tiempo fue el detonante para alagarme y decirme lo mucho que lo excitaba. Toco puntos en mis paredes que me hacían querer gritar. Lo húmeda que me puse pareció ponerlo duro, pues me decía cosas que me mojaban más y más, al punto de venirme y empapar sus dedos.
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NO DEBERÍAS (SasuSaku) En Emisión
FanfictionSasuke es un hombre solitario, gana su vida haciendo trabajos para la mafia y todo se convierte en un problema cuando a su puerta llega una niña llorona de pelo rosado, de quien deberá hacerse cargo. Obra de mi completa autoria, personajes del man...