SAKURA
Todo estaba marchando bien, la rutina era amena y acogedora. Sin la presencia de la doctora la espera hubiera sido eterna, no aprendería tantas cosas como las que se ahora. Me hacía ilusión poder tratar las heridas de quien me protege. Me haría sentir útil.
Al cumplir una semana me volví aún más ansiosa con los minutos. La llegada del señor Uchiha a casa es en lo único en que podía pensar desde que me levante. Arrastre mis pies hacia el baño con un notable sueño, pero madrugar valía la pena si eso significaba ponerme linda para él. Después de tomar una caliente ducha, aplique varios productos a mi cuerpo que recién compre; fragancia corporal, crema y un poco de maquillaje. Tome del closet un vestido corto de patrones florales que hacia lucir mis piernas.
— ¿No te parece muy temprano? —Tsunade se detuvo a un lado de la puerta. Tenía aun el cabello desordenado, pero no porque acabara de levantarse, sino recién acabo de llegar. Trataba de quitarse los tacones con pereza y dolor por tenerlos puestos toda la noche. Caminó directo a tomar una toallita húmeda para limpiar el rímel corrido.
— Siento que el día me rendirá para muchas cosas. Así acostumbraba cuando vivía en el campo.
— Más bien esperas a alguien. Supongo que este será mi último día aquí. —Le dio una mirada rápida al cuarto.
Sus palabras encogieron mi corazón. Durante estos días nunca me detuve a pensar en que ella se iría. Corrí a darle un abrazo aferrándome a los pequeños momentos.
— Le preguntare al señor Uchiha si puede seguir quedándose aquí.
Termino con el abrazo sin soltarme. Sus ojos color miel irradiaban tranquilidad y melancolía a la vez, era un sentimiento extraño que proyectaba en ellos, sin embargo, hoy eran más de tristeza.
— No Sakura, debo regresar a mi departamento, ya hablamos de eso. No podría vivir junto a ese idiota.
— Pero, yo me he encariñado con usted. No quiero que se vaya...
Sonrió agradecida por mis palabras. Lo intente, pero sé muy bien que ella no puede quedarse, e incluso yo no me quedare en Japón por mucho tiempo y ella lo sabe, hemos platicado de muchas cosas.
— No perderé contacto contigo, te lo aseguro. Ambas seguiremos dentro de la mafia. Habrá muchos sitios en los que nos veremos.
El pulso de mi cuerpo se disparó a niveles elevados cuando la cerradura de la puerta hizo ruido. Camine apresurada a recibir al Señor Uchiha en la sala, pero conforme avanzaba mi entusiasmo decaía. No era a quien esperaba, ni mucho menos la que deseaba ver, era todo lo contrario.
— ¿Qué hace usted aquí? —Detuve mi andar antes de que pudiera abrazar a la persona equivocada. Incluso retrocedí unos pasos ante su imponente presencia. El señor Madara sonrió de manera burlesca y tomo asiento en el sillón. Viéndome de pies a cabeza cruzo las piernas de manera varonil como amo y señor de lo que nos rodea.
— Una reverencia no estaría mal, mocosa.
Respiraba notoriamente al sentirme cohibida. Sus ojos negros y profundos eran perversos, su cabello largo le daba un toque de salvajismo. Me quede en el mismo sitio sin coordinar mis pensamientos. Este tipo era sumamente peligroso, como estar ante un rey que imparte miedo y esclavismo. Podía sentir claramente su sed de malicia.
— ¿Te doy miedo? —Ladeo la cabeza.
— No.
De manera lenta y profunda, pregunto:
— ¿Entonces porque no haces mi maldita reverencia? No eres nadie superior a mí.
Apreté los puños. Seguí el trayecto de su mirada que ya no se enfocaba en mí, sino a la persona de atrás. Su semblante cambio drásticamente y sonrió como si acabara de conseguir lo que estaba buscando. Se levantó enseguida y su oscura presencia pareció duplicarse con su altura.
ESTÁS LEYENDO
NO DEBERÍAS (SasuSaku) En Emisión
FanfictionSasuke es un hombre solitario, gana su vida haciendo trabajos para la mafia y todo se convierte en un problema cuando a su puerta llega una niña llorona de pelo rosado, de quien deberá hacerse cargo. Obra de mi completa autoria, personajes del man...