SAKURA
— Más rápido, señor Uchiha.
Lo veía desde lejos, caminaba como una tortuga. No se notaban el entusiasmo por llegar a la feria que me había prometido. Porque si, el señor Uchiha perdió ante una apuesta contra mí, y por ende gane un paseo.
En un principio sentía temor de que se negara, al tener como propósito protegerme de la mafia creí que nunca saldría, sin embargo, él mismo condujo hasta aquí, junto con unas dos camionetas blindadas siguiéndonos. ¿Eso era tener guardaespaldas? Debo admitir que atendió mi inseguridad. Estaba muy contenta por ello, pues han pasado muchos días en que llegue a la cuidad y lo único que hice fue estar dentro de cuatro paredes.
— Estoy seguro que me voy a aburrir pronto —protesto, aun cuando intentaba de todo por alcanzarme.
— Cumpla, usted dijo que aceptaría el lugar sin rechistar.
Soltó una risa desganada. Ofendido siguió avanzando.
— Lo usas a tu conveniencia, mocosa.
Abría protestado por el apelativo, pero no podía dejar de ver tantos colores delante de mí. Tenía suerte de que haya un festival. Había un montón de personas en el lugar. Puestos que ofrecían comida y bebidas que se veían apetitosas, tenía ganas de probar una al menos.
Tal vez los dangos sea lo que quiera comer primero.
Un montón de luces adornaban todos los espacios posibles entre puestos, más adelante estaban los juegos mecánicos, de los cuales había gritos de emoción. La oscuridad del cielo era testigo de la alegría que no se opacaba por la noche. Lo notaba en cada sonrisa de las personas que pasaban a mi lado. En algún momento me detuve siendo consumida por toda esa emoción que veía.
Me brillaban los ojitos.
Llego el señor Uchiha colocándose a mi lado. Metió sus manos a los bolsillos y sin mirarme dijo:
— ¿Te gusta esto, verdad? —miro a su alrededor.
Me sonrojé avergonzada. La televisión no mostraba todo lo que ahora veía, ni podía sentir mi corazón acelerado pidiendo esa dosis de alegría. Quería gritar, sonreír y reír al igual que ellos.
— Si mucho. Nunca lo he visto tan cerca —confesé.
— Tenemos toda la noche antes de que parta mañana.
Justo por ese motivo quería ganar la apuesta. Antes de que se vaya toda una semana quería hacer otra cosa fuera del departamento. Entendía que no podía detenerlo, él está vivo y solo será temporal.
Caminamos entre la multitud, algunas mujeres lo veían mas del tiempo necesario. Lo entendía, es bastante alto que no pasa desapercibido, no presta atención a eso y sigue su vista al frente. Miro a las mujeres, notando que todas tienen puesto un kimono, los diseños en ellos hacen que resalte su belleza. Nada de eso se puede comparar con el pants y suéter que elegí para no pasar frio.
Ahora me sentí fuera de lugar. Tenía que estarme jodiendo yo sola.
Mire mis pies y los tenis negros de agujetas blancas no eran sus lindas sandalias. El señor Uchiha decidió lucir casual, así que estaba vestido casi igual que yo, solo con la diferencia que toda su ropa era oscura, como queriéndose perder entre las luces.
No me sentí un bicho raro.
Un rato después de caminar terminamos en un local para beber algunas cervezas. Fue lo primero que le intereso aquel hombre. Sentados en la barra solo nos encontrábamos nosotros, él ya estaba por su tercera cerveza, mientras yo sostenía el vaso, con apenas un sorbo en mi sistema. Estaba fría, quería cambiarla por un chocolate caliente.

ESTÁS LEYENDO
NO DEBERÍAS (SasuSaku) En Emisión
Hayran KurguSasuke es un hombre solitario, gana su vida haciendo trabajos para la mafia y todo se convierte en un problema cuando a su puerta llega una niña llorona de pelo rosado, de quien deberá hacerse cargo. Obra de mi completa autoria, personajes del man...