VII

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Lando

Cuando aparqué en casa de Oscar a la mañana siguiente, él y su hermano estaban parados en el patio de adelante con sus brazos cruzados mientras tenían su atención pegada en la casa que estaba cruzando la calle. Max y Luisinha entraron por su cuenta a la casa, así que caminé y me paré junto a Oscar.


-¿Qué estamos mirando? - Las palabras apenas habían salido de mi boca cuando Sérgio salió de su casa con sus sábanas en la mano. Las arrojó furiosamente en un bote de basura y les prendió fuego antes de gritar y regresar adentro.

-Ha estado con eso toda la mañana - Dijo Oscar - Aparentemente no sabe cómo usar una lavadora, porque eso quita el polvo pica-pica.

-Como que eso hace que se me antoje unos s'mores, ¿A ustedes no? - Dijo Logan viendo el fuego fijamente - Iré por los malvaviscos - Se dio la vuelta y entró a la casa sin esperar por nuestra respuesta.


Sérgio salió de nuevo con el brazo lleno de ropa. Gritó de nuevo y los arrojó al cesto, haciendo que las flamas se hicieran más altas.


-¿Quiero saber? - Pregunté.

-Idea de Logan. Sérgio llamó a la policía para poner una queja contra nosotros, así que entré a su casa y rocié sus cosas con polvos pica-pica mientras Logan lo distraía - Explicó poco preocupado y yo asentí. Sabía que tenía que ser algo como eso. Era aterrador cómo las cosas que él hacía empezaban a tener sentido para mí. 

-Papá Max accedió a cuidar a los niños esta noche. Él y papá Checo quieren llevarlos al Chuck E. Cheese's

-Mierda - Esa no era la reacción que estaba esperando. Oscar se giró rápidamente hacia mí - Sérgio viene para acá - Eso me hizo sentir un poquito mejor.

-¡Esto es un ultraje! - Gritó Sérgio mientras se acercaba. Su cara tenía tres tonalidades de rojo.

-Lo sé - Contestó Oscar, sonando completamente escandalizado - ¡No puedo creer que hayas besado a mi hermanito! - Logan escogió ese momento para aparecer con una bolsa de malvaviscos y un gancho para la ropa. 

-Hey, Labios candentes.

-Yo... él... - Balbuceó Sérgio. Entonces gritó otra vez y se regresó a su casa. Oscar suspiró

-Amo este vecindario - Mientras él decía eso yo no pude evitarlo, pero miré boquiabierto a Logan

-¿Besaste a Sérgio? - Él solo se encogió de hombros.

-Tienes que hacer lo que tienes que hacer. Y no planeo hacer repeticiones instantáneas tampoco. No importa lo que él diga, yo creo que se corrió - Logan se estremeció ante la idea mientras caminaba hacia donde estaba el fuego para hacer sus benditos s'mores.

-Más te vale no engatusarlo a él también. De otra manera, habrá un montón de tipos enojados en este lugar - Advirtió Oscar antes de que estuviera muy lejos.

-No puedo creer que dejo a mis niños con ustedes, gente - Los molesté - Mi papá vendrá a recoger a los niños a las cuatro. Yo vendré por ti a las cinco - Oscar cruzó sus brazos a la altura de su pecho. 

-¿A dónde vamos?

-A una cita. Que tengas un buen día - Lo besé en la nariz y me alejé, sonriendo cuando le escuché resoplar de molestia detrás de mí.


Cuando llegué a la oficina, encontré a Carlos en el vestíbulo con sus pies apoyados en el escritorio y con un libro en sus manos. Estaba tan concentrado que ni siquiera se dio cuenta de que entré. Eso era muy anti-Carlos. 

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