VIII

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Oscar

La casa estaba demasiado tranquila. Arthur terminó pasando la noche entera con los padres de Lando, o como los llamaba ahora, Abuelo Checo y Abuelo Max. De hecho, Max me llamó y me informó de sus planes de mantener a mi hijo con Max y Luisinha hasta que pudiéramos reunirnos para almorzar al día siguiente. Eso me dejaba sentado en el sofá, recorriendo por los canales mientras Logan se preparaba para trabajar.


-Tú y el bombón parecían bastante cómodos en el pasto anoche. ¿No pudieron esperar hasta que llegaran a la casa? - Preguntó, agitando sus cejas. Quería arrancarle la perforación del labio.

-Hablando de anoche, ¿Por qué carajo estabas esposado... otra vez? - Era la segunda vez en tres días.

-Olvidé que me habías llevado al trabajo, así que necesitaba un aventón a casa. Carlos y Daniel se ofrecieron, pero ¿Qué había de divertido en eso? Llamé a la policía y les dije que había un perpetuador en Construcciones Norris - Sonrió - El Oficial Buenote estaba encabronado.


Sacudí mi cabeza. Pobre Liam. Mi hermano le iba a dar una úlcera o algo. 


-¿Cómo te vas a ir a la oficina hoy?

-Mi moto - Dijo, arrojando un juego de llaves y atrapándolas de nuevo - No he tenido sexo en un buen tiempo, así que necesito algo emocionante entre mis piernas.

-Vete a trabajar - Contesté.

-Te quiero - Cantó mientras iba camino a la puerta. 


Estaba a punto de relajarme y tratar de tener un momento para mí misma, pero alguna persona cruel tenía otras ideas. 


-Oscar, he estado esperando platicar contigo toda la semana. Tienes mucho que contarme. ¿Por qué no me dijiste que tenías a un chico tan encantador en tu vida? Lo habría entendido - ¿Qué hacia el jodido George Russell en mi casa?

-¿Cómo entraste aquí y a qué carajo te refieres con chico encantador en mi vida?

-Tu "compañero" me dejó entrar - Dijo, usando unas molestas comillas en el aire. Era oficial. Logan tenía que morir. 

-Ignóralo. Ese era mi hermano. Está recién salido de la granja para locos.

-Claro - Asintió y me guiñó el ojo como si estuviera involucrado en algún secretito escandaloso - Tu hermano - Esta perra de verdad creía que estaba con Logan - Así que, escucha, Alex y yo queremos que vengas a cenar un día de estos. ¿Esta noche está bien para ti? - Me guiñó el ojo otra vez. 


¡Diablos, no! ¿Qué clase de personas están viviendo en este vecindario? 


-Lo siento. Tengo una cena con los Pérez-Verstappen - Entonces sonreí - Pero veré si Logan puede llegar más tarde si tú quieres. Él es un poco alocado, pero en sí es buena compañía - Mi hermanito iba a aprender de la manera difícil a no meterse conmigo. George aceptó hablar con Alex sobre ello mientras lo acompañaba a la puerta. 

-De todas formas, nos encantaría que nos acompañaras algún día - Dijo George - Cuando quieras - Susurró. La perra lunática, de hecho, me acarició las nalgas antes de irse. ¡Iba a matar a Logan! Pero primero iba darme una ducha. Esa mierda me había hecho sentir sucio.


Tome mi tiempo preparándome para el día. Incluso puse un poco de empeño en arreglar mi cabello y acomodar los mechones que siempre formaban una pequeña onda en mi flequillo. Iba a reunirme con Max en un lujoso café, así que me puse una bonita camisa formal manga larga de color blanco y unos pantalones oscuros que se ajustaban bastante a mi cuerpo. Esperaba que Max supiera en qué se estaba metiendo al llevar a Arthur al café. Eso era simplemente pedir problemas.

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