XVIII

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Oscar

Estaba listo para esto. Estaba listo para saber quién era el padre biológico de mi hijo. Estaba listo para averiguar por qué me abandonó por todos estos años. Estaba listo para la conclusión, listo para avanzar, y estaba listo para patearle el trasero.

Jules estaba esperando afuera de mi casa cuando aparcamos.


-Instalé una sala de interrogación en el sótano de Liam porque era más oscuro. Habría usado el tuyo, pero no había un cuarto. ¿Una alberca de pelotas? ¿En serio, Oscar?

-Te dejaré jugar ahí más tarde - Prometí.

-Oh, lo sé - Sonrió - La siguiente cena familiar es en tu casa - Avanzó hacia la casa de Liam - ¿Listo para conocer al papi de tu bebé? - Por supuesto que lo estaba.

-No - De acuerdo, tal vez no lo estaba. Lando tomó mi mano y le dio un ligero apretón.

-Al menos no es mal parecido - Dijo Jules en un intento por hacerme sentir mejor. Me hizo sonreír, pero tuvo el efecto opuesto en Lando - Por supuesto, no es ni de cerca tan atractivo como Lando - Añadió para divertirlo.


La anticipación me estaba matando. Lo seguimos hasta el interior de la casa y bajamos al sótano. El cuarto estaba casi completamente a oscuras con nada más una lámpara sosteniéndose sobre la mesa. Estaban llevando esto del rollo del interrogatorio a los extremos.

Vi justo frente a Liam al culpable, amordazado y atado a una silla. Viéndome de vuelta estaba un rostro que no había visto en estos siete años.

Logan estaba parado detrás de él, golpeando la macana de Liam contra su mano.


-Atrapamos a este chico malo rastreando alrededor del exterior de tu casa. No fue tan rudo cuando arrastré y pateé su trasero - Pulió sus dedos en su playera - Solamente otra cosa que aprendí en rehabilitación.

-Joao - Gruñí - ¿Qué diablos? Fui bueno con tu horripilante trasero. ¿Cómo pudiste hacerme eso a mí? - Jules jaló la mordaza fuera de su boca.

-Él te hizo una pregunta - Joao, con quien jamás había sido cercano, pero había hablado un par de veces con él, me lanzó una mirada.

-¿Qué? - Siseó - No es como si te hubiera lastimado o algo. Te merecías lo peor - Vi rojo. Quería golpearlo demasiado, pero sabía que solo me iba a lastimar mi maldita mano y tendría que explicarles luego a los niños. Sintiendo mi dilema, Lando gentilmente me movió hacia un lado.

-Permíteme - Juro que escuché un hueso romperse cuando lo golpeó.

-Aquí, Mariquita - Dijo Logan, ofreciéndome la macana - Dale con el palo.

-¿Crees que dejarlo embarazado en medio de esta sociedad de mierda no es lastimarlo? - Gruñó Lando, listo para golpearlo otra vez.

-¿De qué diablos estás hablando? - Joao contestó enojado - No fui yo quien lo dejó embarazado. - ¿Qué? Jalé a Lando para atrás.

-Pero, la máscara...

-Solía estar obsesionado contigo. La tomé la noche en que la dejaste caer en ese jodido baile aburridísimo. Estabas demasiado ocupado para darte cuenta - Se burló.

-¿Por qué diablos me la regresas hasta ahora? ¡Me has sacado un susto de muerte! - Tomé la macana de Logan y golpeé su brazo.

-Se siente bien, ¿No es así? - Preguntó Logan, sonriendo. Me sentí contento de que gruñera. Al menos pude lastimarlo un poquito. Si hubiera sido el padre de Arthur, habría sacado sangre. Joao habló a través de sus dientes apretados.

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