Empecé a abrir los ojos lentamente, lo primero que vi fue a Sombra observándome.
- Me estaba empezando a preocupar, en serio; hasta llegué a pensar que estabas muerta.
- ¡Oh! Que considerado - dije con sarcasmo.
- No me creas, entonces.
- ¿Cuánto tiempo estuve inconsciente?
- Como un día.
- Fue demasiado.
- ¿Te sientes bien?
- Eso creo -. Intenté levantarme, pero no tenía fuerzas.
- Todavía debes descansar.
- ¿Cómo... cómo es posible? Se supone que no nos suceden este tipo de cosas, ¿qué fue lo que me hizo?
- Lo sé, esto está muy mal; no entiendo lo que te pasó.
- Quiero saber lo que sucedió.
- Saldré un momento.
- ¿Qué? ¿y me vas a dejar sola? Podrían asesinarme.
- No pasará nada, y deja de ser tan paranoica.
- Pero...
- ¿Quieres saberlo o no?
- Está bien -. Sombra salió del dormitorio y sentí que alguien me llamaba.
- ¿Sombra? - creí que era él, sin embargo nadie respondió.
- Arlett - escuché de nuevo que decían mi nombre. Me puse de pie, lo cual fue muy difícil y seguí el sonido de la voz; cada vez que avanzaba se escuchaba más lejos.
Salí del dormitorio con mucho esfuerzo; miré mi alrededor para asegurarme de que Sombra no estuviera cerca.
Crucé un largo pasillo sosteniéndome de las paredes mientras me tambaleaba. De un momento a otro perdí todos mis reflejos y caí.
- ¡Rayos! ¡rayos! ¿por qué no puedo ser más fuerte? ¿por qué no puedo depender de mí misma? -. Ahora ya no era capaz de ponerme de pie, prácticamente me tocó arrastrarme hasta que pude sujetarme de algo para estabilizarme.
Continúe caminando en dirección a aquella voz. Llegué a un área despejada, la cual me era imposible atravesar, ya que no poseía algo para sostenerme.
- Hola, Arlett, nos vemos de nuevo - apareció una sombra con silueta de humano. Retrocedí al notar que se iba acercando.
- No temas, no te haré daño.
- ¿Qui-quién eres?
- Soy Sombra, ¿quién esperabas que fuera?
- ¡No! ¡no puedes ser Sombra!
- ¿Y por qué no? Wow eres muy resistente, no has muerto por lo que te había hecho antes, sin embargo estás muy mal, pobre, ¿por qué no me dejas terminar con tu sufrimiento? Sólo te eliminaré.
- ¡Estás...! ¡estás loco!
- No lo creo, ¿no crees que es obvio que soy Sombra? Mírame, está es mi forma natural, simplemente adopté la de un humano para mezclarme con ellos. Por esto te dije que no te acercaras, porque nadie puede ver mi forma natural y nadie puede molestarme, pero tú no hiciste caso, me provocaste molestias - dijo con un burla.
- ¿De qué hablas? Eso no es cierto - aunque su explicación era muy convincente, pero... no podía ser Sombra, él no sería así.
- Ahora despídete de todo.
- ¡No! ¡no! - me giré y me tropecé con alguien que me agarró los brazos.
- ¡Déjame! ¡déjame! ¡no quiero morir!
- Arlett, soy Sombra - dijo con tranquilidad.
- ¡No! ¡suéltame! - dije mientras intentaba liberarme.
- Cálmate - empecé a llorar y me derrumbe en el suelo.
- No lo entiendo - dije entre sollozos -. Me quiero ir, ya no deseo estar aquí -. Sombra se agachó y puso sus manos en mis hombros.
- Mírame, esto pasará, todo va a estar bien.
- No lo sé, tú... tú... - noté que me temblaba la voz y no finalicé lo que estaba diciendo.
- No te esfuerces, te irá peor -. Sombra me tomó en sus brazos, pues estaba muy alterada y débil. Recordé todo lo que había sucedido, aquél otro que se hacía llamar Sombra, entré en pánico, tal vez sí sea real y me va a asesinar.
- ¡Déjame, maldito! ¡déjame! - grité.
- No te haré daño, yo te cuidaré - su voz sonaba tan sincera que cualquiera le creería. Me tranquilice un poco y dejé que me ayudara.
Llegamos al dormitorio y me acosté, todo era tan confuso, no sabía quién era el Sombra verdadero y mucho menos que me sucedía.
- Mañana te explicaré todo, descansa.
ESTÁS LEYENDO
En Busca De Lo Que Soy
FantasyNo he encontrado a donde pertenezco. Soy un ser sobrenatural. Cuando al fin encontré un lugar donde me sentía bien, me doy cuenta que no soy de ahí. Debo continuar con mi búsqueda, tal vez nunca encuentre lo que soy.