Cuando llegué al salón, todos me miraban extrañados, no lo comprendía.
Stjepan se acercó a mí y me saludó.
- Wow, ¿en dónde has estado todo este tiempo?
- Yo no me he movido de este lugar, no lo he entendido, ¿de qué hablan?
- Espera, ¿por qué dices que no te has ido?
- ¡Porque eso he hecho!
- Te puedo asegurar que no estabas aquí.
- Oye, ya basta, ¿acaso es una broma?
- No es una broma, es en serio, ¿no lo recuerdas, verdad?
- ¿Recordar qué? - me miró con incredulidad y al final dijo:
- Nada, olvídalo -. Nos ubicamos en nuestros respectivos puestos. Las clases transcurrieron.
Empaque mis cosas y salí del salón.
- Arlett, espera - Stjepan me detuvo.
- ¿Qué necesitas? - pregunté blanqueado los ojos.
- Ven, necesito mostrarte algo - dijo y me agarró de un brazo, me hizo girar y quedé en frente de él.
- Ehm, ¿qué me vas a mostrar? - dije.
- Ahh, esto - me extendió una hoja que tenía algo escrito. La leí, era una carta para Stjepan, no entendía para qué quería que la leyera.
- ¿Y...? - dije.
- Mira el final de la carta -. Así lo hice y tenía ¡mi firma! ¿Cómo pude yo enviarle esta carta? En ella decía que estaba en una academia y que poseía ¡poderes sobrenaturales!
- ¿Qué es esto? Yo no... ¿Cómo pude...? No, yo no envié esto.
- Sí que lo hiciste.
- No, yo no estuve en una academia, yo siempre estuve aquí.
- Me temo que sí.
- Pero... - leí de nuevo la carta, no podía dar crédito a ello, eso no lo escribí. Entonces los recuerdos vinieron hacia mí. Recordé a Sombra, las clases, Sidney, los maestros, mis poderes y aquel chico que me inyectó algo en la salida.
- ¿Qué carajos es todo eso? - dije sobresaltada.
- Sabía que lo recordarías; eso eres tú, eres un Bomel.
- No, claro que no.
- Sí lo eres, ¿entonces qué significan todos esos recuerdos?
- Bueno... pues... No lo sé - suspire -. Okey, supongo que seré un Bomel, pero, ¿qué hago, entonces?
- No lo sé, ¿no recuerdas el camino?
- No, no recuerdo nada desde que salí de la academia.
- ¡Oh! Bueno, tal vez te busquen.
- Sí, claro - dije con sarcasmo.
- Hay que ser positivos.
- Bueno, creo que es mejor que me vaya.
- Está bien, ¿te acompaño?.
- No, estoy bien.
- Okey, adiós -. Salí del salón y por todo el camino estuve meditando. Cada vez mis recuerdos eran más nítidos, recordaba a Sombra, a su lado bueno y su lado malo, los dos decían ser el verdadero, ¿cuál sería?
- Hija, ¿cómo te fue? - me preguntó mi madre al llegar.
- Me fue de maravilla.
- Me alegra - dijo con una sonrisa.
- Madre, debo preguntarte algo.
- Sí, claro, ¿qué deseas saber? - me quedé muda por un instante, y lo medite.
- No, nada, olvídalo -. Fui a mi cuarto y me recosté, supongo que no me necesitan, estarán bien; además, ya no poseo mis poderes, ¿qué podría hacer si regresara? Simplemente sería un estorbo. Olvidaré todo eso y viviré mi vida común y corriente.
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En Busca De Lo Que Soy
FantasyNo he encontrado a donde pertenezco. Soy un ser sobrenatural. Cuando al fin encontré un lugar donde me sentía bien, me doy cuenta que no soy de ahí. Debo continuar con mi búsqueda, tal vez nunca encuentre lo que soy.