Secuestrada

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¡Uff! Todo esto es muy confuso. Necesito aire fresco.

Me levanté y salí de la cueva. Estaba muy oscuro y lograba ver muy poco.

Di un paso y escuché un ruido, como si alguien estuviera cerca. Me detuve y sólo escuchaba mi respiración.

Avancé un poco más y sentí que alguien me seguía.

- Aquí estás - dijo alguien a mis espaldas. Me giré y vi a Sombra.

- Pensé que eras otra persona - dije aliviada.

- Efectivamente.

- ¿Qué? ¿quién eres?

- ¿Y si mejor lo dejamos así? - noté que se iba acercando y empecé a correr.

- ¿Adónde crees que vas? - me detuvo con un muro de tierra que me rodeó por completo.

Salté y me ayudé con el aire para poder salir de la barrera.

- No vas a escapar tan fácil - me dijo y vi que venía tras de mí.

Comenzó a lanzar bolas de fuego, me giré y me protegí con un escudo de agua.

- Niña, ¿no comprendes que los Damon poseemos más habilidades?

Vi que se encontraba atrás y me tomó los brazos para que no pudiera hacer nada.

Lo miré y comprobé que era Shadow, pues, a diferencia de Sombra, sus ojos son de color rojo.

- Suéltame - protesté.

- No puedo dejarte ir - levantó su mano y la colocó en mi hombro; vi que de ella salía una luz blanca, como si tuviera energía propia.

Sentí una descarga y todo se desapareció a mi alrededor.

Al abrir los ojos, todo estaba oscuro, intenté moverme pero sentí que algo me lo impedía; comprobé que eran cadenas.

- ¡Déjame libre! - grité, de repente todo se iluminó y vi que estaba en un salón completamente blanco y en frente de mí había una ventana que cubría gran parte de la pared.

Del otro lado vi que estaba Shadow, hablaba con otros chicos, después salió del salón y apareció en el salón que yo estaba.

- Bueno, supongo que te estarás preguntando por qué te secuestré. ¡Fácil! Como le indiqué a Sombra donde estabas, supongo que vendrá a buscarte, y lo usaré para mi plan y después te asesino.

- No dejaré que lo hagas.

- Bueno, pero no puedes hacer mucho en ese estado y además, Sombra ya se dirige para acá - dijo y fue hacia la salida.

- Espera, ¿por qué estás tan seguro de que Sombra vendrá? 

- Ah, pues porque él no te dejaría aquí.

- ¿Y tú por qué lo conoces?

- Él es el lado bueno, y yo, el lado malo de la misma persona.

- ¿Y cómo puede ser posible? 

- No sé - dijo encogiéndose de hombros -. Aunque soy más poderoso que él.

- Que engreído.

- ¡Nah! No lo creo - dijo y se fue.

Debo salir de aquí de alguna forma e impedir que Sombra llegué hasta aquí; sin duda, Sombra sí es el lado bueno...

En Busca De Lo Que SoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora