Volteando al hetero [WooSan]

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"Cuidar"

Los días pasaban y San iba mejorando de a poco. Comenzó a salir al patio por las tardes acompañado de WooYoung y, a veces, MinGi y HongJoong, cumplía con sus comidas y los ejercicios que el psicólogo del hospital le daba. Sus días se volvían cada vez más cortos y se divertía junto a WooYoung, quien no lo dejó ni por un segundo.

Por otro lado, WooYoung se estaba alimentando mal, solo comía una pequeña porción de sandwich que vendían en el hospital y mucho café. Demasiado café. Su piel estaba cada vez más pálida y frágil, su fuerza se iba perdiendo con los días, a veces, incluso, no dormía bien, cuidando de que San siguiera ahí con él.

Actualmente se encontraba sentado en la silla, viendo cómo San coloreaba unos dibujos que le había pedido el psicólogo. San había comenzado a hablar de a poco, a veces podía decir una frase entera y otras solo respondía con monosílabos. Pero eso era más que suficiente para WooYoung. Cada vez que el rubio hablaba, él festejaba su logro con orgullo.

— ¿Mmh?— El rubio alzó la hoja con el pequeño pájaro azul que estaba dibujando para que WooYoung lo viera.

— Está quedando hermoso, Sannie.— Sonrío apenas. El rubio sonrió también y continuó con su trabajo.

El sonido de la puerta los hizo voltear. WooYoung se levantó y fue a recojer la bandeja de comida que le traían a San. Agradeció y la llevó a la cama. Se sentó frente al rubio y comenzó a abrir los palillos.

— Mira esto, San, nos trajeron mucho arroz y huevo, ¿qué tal?— Le dedicó una pequeña sonrisa.

WooYoung siempre hablaba en plural, pero él no comía nada. San no era tonto, se estaba dando cuenta que su pancito comenzó a adelgazar demasiado.

— No tengo hambre...— Susurró. WooYoung alzó la mirada, feliz de escucharlo otra vez. Tomó la mano del rubio y depositó un pequeño beso en ella.

— Debes comer.

— Come tu.

— San...

— No.

El rubio tomó los palillos y sacó un poco de arroz para dirigirlo a la boca de su novio. WooYoung lo miró un momento, pero sabía que no podría ganarle, así que comió sin protestar.

— Estás muy delgado, pancito...— Susurró, llevando más comida a su boca.

— No es para tanto, estoy bien...

San hizo una mueca, pero no volvió a hablar, se dedicó a alimentar a su pancito en silencio hasta terminar con la bandeja. WooYoung la dejó a un costado.

— Hablé con el médico, seguro mañana te darán de alta.— San sonrió un poco.— MinGi y HongJoong están ansiosos por tenerte de nuevo en casa.

San miró su dibujo, en donde el pequeño pajarito azul se encontraba en una jaula y habían nubes grises a su alrededor. Él era el pajarito que estaba protegido en el hospital. No quería regresar, tenía miedo. Le habían dicho que ChanYeol falleció, pero algo le decía que habían más personas ahí que le harían daño.

Pero no quería ser egoísta. Sus amigos estaban viviendo la peor situación del mundo y no podía cargarlos con más problemas. WooYoung se estaba viniendo abajo por su culpa y no podía permitirselo.