Habían pasado más de cuatro meses desde que Lewis y yo empezamos a salir, la temporada había comenzado y nos veíamos cada vez que tenía un par de días disponibles, siempre hablábamos en videollamadas y le demostraba mi apoyo a la distancia, las fechas de las carreras siempre terminaban cruzándose con mi trabajo. La semana pasada había llegado a Suiza para presentar mi investigación a fase tres, todo estaba saliendo de maravilla en cuanto a mi vida.
-Entonces ¿Cuándo estarás libre por fin?- Preguntó el moreno a través de la pantalla.
-No lo sé, Lu- Dije mientras me acomodaba en mi sillón- Si todo sale bien, tal vez en un mes.
-¿Al menos estarás en Mónaco para la carrera?- Preguntó con esperanza en la voz, giré mi rostro para no mentirle a la cara, últimamente había aprendido a leerme tan bien como Lara.
-Lo siento cariño, no lo creo- Se dejó caer en la cama apoyándose de su brazo libre.
-Te extraño, Haz- Pude ver algo de decepción en sus ojos- Quiero verte.
-Yo igual, pero esto es importante para mí y...-
-No te preocupes hermosa, entiendo perfectamente- Me sonrió solo un poco- Espero que al menos podamos vernos en tu cumpleaños.
Me quedé callada unos segundos que se hicieron eternos, soltó un suspiro antes de levantarse de su lugar.
-Lewis...
-Está bien, tengo que ir a prepararme para la Qually, te quiero ¿Ok?- Le sonreí enviándole un beso a través de la pantalla.
-Yo igual- Dije antes de colgar.
-Tu novio es un mártir ¿Lo sabías?- Lara se burló a lo que le tiré un cojín directo al rostro- No merece que hagas esto por él.
-¿Cuando dejarás de ser tan malvada con Lewis?- Pregunté volviendo a empacar mis cosas.
-No lo sé, déjame ver ¿Nunca? Si- Se levantó para acercarse a mi maleta- ¿Llevas suficiente ropa interior? Ese hombre se ve seriamente necesitado ¿Crees que soportaría toda una temporada sin revolcarse con alguien?
-Lara...- Rodeé los ojos mientras cerraba mi maleta- Ya hablamos de esto.
-Lo sé, lo siento- Fuimos interrumpidas por el sonido de mi celular.
-¡Hola Georgie!- Saludé emocionada al británico.
-¿Cómo está mi americana favorita?- Reí ante su nuevo apodo, cada vez me decía algo diferente y me sacaba una sonrisa.
-Todo bien ¿Qué hay de ti en America?
-Agotado y con ganas de hacer un maratón de las chicas Gilmore... ¿Habrá maratón de las chicas Gilmore?- Preguntó acercándose más a la pantalla.
-Lo habrá, pero no digas nada ¿Ok? Logré convencerlo de que no iré.
-¿Tu crees? Porqué le dijo a todos que es probable que llegues de sorpresa.
-No puede arruinar mi sorpresa, haré algo de inmediato ¡Y tu también!- Lo señalé a lo que hizo un saludo militar.
-Si señorita.
-Suerte en la Qually ¡Te quiero!- Me sonrió antes de que le colgara. Se supone que llegaría mañana antes de la carrera en Miami.
Debía hacer algo para que Lewis no sospechara, tomé mi teléfono y le tomé una foto al IPad de Lara que veía la Qually desde el hotel. Hice un post en Instagram y dejé que el resto sucediera por si solo.
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Le escribí un mensaje a Lando enviándole mi apoyo mientras abordaba el avión, le avisé a mi madre que ya había abordado y me preparé para despegar, esperaba que todo saliera bien para Lewis y George.
Habían pasado más de doce horas y yo seguía atrapada en esta lata voladora, cuando por fin aterrizamos hubo retrasos con el equipaje debido a la demanda en el aeropuerto. Esperé más de una hora por mi maleta.
Tenía varios mensajes de Lewis preguntándome si había visto la Qually completa.
"Felicidades por el segundo lugar, lo harás genial hoy, te quiero"
Me envío un emoji de tristeza y no pude evitar que se me aguara el corazón, en serio quería verme y estuve a punto de arruinar la sorpresa ni no hubiese sido por mi maleta que por fin apareció.
Tomé la maleta y le marqué a mi padre, se supone que vendrían a recogerme. Sonó un par de veces antes de que notara la cabellera oscura de mi madre con un cartel que decía "Rory Gilmore" Sonreí mientras corría a su encuentro, mi padre me abrazó casi levantándome del suelo y mi madre se unió a nosotros.
-Pero si es mi adorada niña- Mi madre acomodaba mi cabello detrás de mi oreja. Ciertamente era una mujer adulta pero era su única hija, así que siempre sería su pequeña.
Uno de los hombres de seguridad de mi padre tomó mis maletas mientras nosotros caminábamos hasta el auto.
-Entonces ese novio tuyo... El piloto ¿Cómo es él?- Mi padre indagó mientras avanzábamos. Las calles estaban congestionadas debido a la carrera.
-Ya lo conocerás papá, él es amable y afectuoso, todo lo que soñaste para mí un día- Sonreí para tranquilizarlo. Nunca antes les había hablado así de alguien como pareja para mí. Nunca antes había tenido una pareja realmente, los tipos como Agust que eran acompañantes de noche nunca habían sido candidatos para mi padre, chicos como él solo servían en mis días de ovulación y para sacarme de mis casillas cuando estaba en paz.
-También es mayor que tú, no lo olvides- Mi madre parecía no estar completamente de acuerdo con la diferencia de edad entre Lewis y yo.
-Ya hablamos de eso, madre- Me dejé caer sobre el asiento del auto- Soy una adulta y ambos nos entendemos bien, estamos bien.
Justo a tiempo, George apareció en la pantalla de mi celular y no dudé en responder.
-Hazel, dime por favor que ya estás aquí- Fue su saludo, le mostré por la pantalla a mis padres en señal de afirmación- Santo cielo, un placer conocerlos a ambos señores.
-El placer es mío George, he escuchado mucho de ti y déjame decirte que estoy encantada- Respondió mi madre.
-Ciertamente soy el yerno que todas quisieran, menos su hija claramente- Rodeé los ojos mientras mi madre reía- Espero verlos pronto, también a ti Hazel... Las cosas aquí empiezan a ponerse tensas y no sé como controlarlo.
George me había comentado que Lewis estaba irritable, sabía que mi visita le removería los ánimos o eso esperaban todos en el equipo.
-Estaré ahí lo antes posible.
-Bien, ya tengo que subir al monoplaza- Le dio una sonrisa a mi madre antes de colgar- Te quiero.
-Él me agrada- Mi padre y yo compartimos una mirada ante la respuesta de mi madre.
