El sombrero soprano

53 3 0
                                    

Los chicos de primer año esperaban afuera de las puertas del Gran Comedor, nerviosos y asustados por los resultados de esta noche hablaban entre sí, hasta que escucharon los pasos de alguien hacia ellos.

Era la profesora Mcgonagall, les corrigió la postura a algunos e indicó silencio, puesto que era hora de que entraran al comedor. Las puertas se abrieron con cientos de miradas observando a los niños avanzar por el centro. Se detuvieron frente a la mesa del profesorado, una voz silenció el alboroto.

-Bienvenidos nuevos estudiantes, les deseo suerte en su sorteo y una gran bienvenida a sus nuevas casas.- anunció Dumbledore con un hechizo vociferador. El sombrero encima de un banco comenzó a cantar a todo pulmón algo compuesto por él.

-Oh, podrás pensar que no soy bonito, Pero no juzgues por lo que ves.

Me comeré a mí mismo si puedes encontrar,

Un sombrero más inteligente que yo.

Puedes tener bombines negros,

Sombreros altos y elegantes.

Pero yo soy el Sombrero Seleccionador de Hogwarts

Y puedo superar a todos.

No hay nada escondido en tu cabeza

Que el Sombrero Seleccionador no pueda ver.

Así que pruébame y te diré

Dónde debes estar.

Puedes pertenecer a Gryffindor,

Donde habitan los valientes.

Su osadía, temple y caballerosidad

Ponen aparte a los de Gryffindor.

Puedes pertenecer a Hufflepuff,

Donde son justos y leales.

Esos perseverantes Hufflepuff

De verdad no temen el trabajo pesado.

O tal vez a la antigua sabiduría de Ravenclaw,

Si tienes una mente dispuesta,

Porque los de inteligencia y erudición

Siempre encontrarán allí a sus semejantes.

O tal vez en Slytherin

Harás tus verdaderos amigos.

Esa gente astuta utiliza cualquier medio

Para lograr sus fines.

¡Así que pruébame! ¡No tengas miedo!

¡Y no recibirás una bofetada!

Estás en buenas manos (aunque yo no las tenga).

Porque soy el Sombrero Pensante.- termino el sombrero, Harry se sorprendió que este alcanzara tan bien las notas altas.

Después la profesora Mcgonagall procedió a decir las órdenes y llamar a los primeros chicos. Unos seis chicos después fué el turno de Hermione.

-¡Ravenclaw!- gritó el sombrero. La sonrisa de ella creció y corriendo fue a sentarse en su mesa. Harry sabía lo importantes que eran los libros y estudiar para la chica, pero no creyó que cambiaría a tal punto. Poco después el nombre de Neville fue llamado.

-¡Gryffindor!- anuncio nuevamente al salón. Harry soltó el aire que había contenido, no sabía cómo reaccionar a más cambios inesperados. Dean y Seamus fueron a Gryffindor, Pansy a Slytherin y sorprendentemente Blaise y Ron a Gryffindor, ya podía imaginar la sonrisa burlona que ocultaba Draco por el destino de su amigo, hasta que fue el turno del rubio.

Segundas Oportunidades Donde viven las historias. Descúbrelo ahora