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El día anterior, había sido una locura en todo el sentido de la palabra.

Han al ver la cercanía de Baekhyun con SeHun ocasionó en su interior una batalla campal de un montón de inseguridades y celos desbordantes o así lo fueron hasta que el único hombre que amaba o amaría en su vida le hizo ver que debía confíar para que la relación funcionara. Han decidió abrir su corazón y confiar ciegamente en él, pero también había revivido otro tipo de emociones; ver a Xiaotong en ese lugar siendo arrestada era una de ellas, le temía por el daño físico y también le decepcionaba mucho verla perdiendo la razón, en el pasado la había considerado como la persona que amaba y además su mejor amiga, ahora no había nada de esa persona. Luego vino la calma, SeHun y la calidez de sus manos llevándolo a una utopía placentera, no podía pedirle más a la vida. Tener un masajista personal era como vivir un masaje eterno.

Han arregló todo con anticipación, en su oficina hizo una reservación en un buen restaurante y no solo uno bueno, era de hecho su lugar favorito y además se las había arreglado para contarle todo a su mujer amigo, debía decirle sobre todas las cosas que Xiaotong estaba en proceso de ser encarcelada y que seguramente para ese día ya estaría tras las rejas.

— Llamó mi abogado para ir, estaba como loca pero por suerte gracias a eso hoy será entregado a un juez y estaré divorciado.

— Ese abogado tuyo es bueno, lo voy a contratar para demandar a Junmyeon.

— ¿Por qué? ¿Ustedes no estaban bien?

— No, lo terminé porque me dijo que su matrimonio era importante y no podía dejarla, al menos no pronto.

— Yixing, en cuanto te diste cuenta de su matrimonio debiste dejarlo.

— Como sea, ahora estoy a nada de demandarlo por acoso, así que pásame el contacto de tu abogado.

Han sonrió mientras negaba sin creer lo que aquel chico le decía, sobre todo porque lo conocía y sabía bien que terminaría cayendo otra vez por él. De la nada su teléfono sonó y el nombre iluminando la pantalla lo hizo sonreír de manera automática.

— Responde, no hagas esperar a Romeo. — El chico enamorado hizo lo que se le dijo con una sonrisa que simplemente no pudo evitar.

— ¿Sehunnie?

— Te llamo porque quiero terminar nuestra relación.

— ¿Q-qué? — Han miró a su amigo un momento y avergonzado agachó la mirada a los papeles en su escritorio pues no quería dar una imágen deplorable de sí mismo.

— Me di cuenta que me va más Baekhyun, lo siento.

La mención del chico lo orilló a jadear con dolor. En el fondo lo sabía y es que ellos tenían historia, pero el chiquillo enamorado en su interior no quería creerlo y mucho menos aceptarlo sin más. Intentó agarrar fortaleza de donde no sabía que la tenía para hacerle las cosas más fáciles al hombre que tristemente amaba de manera unilateral, no podía culparlo por amar a otra persona y lo mínimo que podía hacer por él era desearle felicidad aunque no sea con él.

— Está bien, que sean felices juntos.

Cortó la llamada y Yixing se levantó veloz para rodear el escritorio y levantar al chico de su asiento. Rápidamente estrechó entre sus brazos con fuerza a su amigo como consuelo, proporcionado caricias en su cabello que lograron sacar más llanto en él. No necesitaba preguntar para saber lo que había sucedido, aún cuándo solo escuchaba las respuestas cortas de su amigo.

— Estarás bien Han, créeme.

— N-no, no lo estaré.

Yixing negó sin poder creer que la vida fuera tan injusta con su amigo, había pasado por muchas cosas y ahora ese imbécil se atrevía a dejarlo, no, Yixing no estaba dispuesto a dejarlo solo en ningún momento. La puerta se abrió de manera estruendosa, pero el único que miró a esa dirección fue Yixing, era Junmyeon y al ver la escena se quedó helado.

ᴇᴛᴇʀɴᴀʟ ᴍᴀssᴀɢᴇ [ HᴜɴHᴀɴ ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora