Capítulo 3

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Mis padres me despertaron temprano para ir al catecismo. Antes de irnos pasé a casa de Millaray. Su madre le fue a hablar y en cinco minutos nos fuimos.

Nos despedimos de mi madre. Al bajar de la camioneta Millaray me tomó de la mano. Quise quitarla.

Solo somos amigas, no pasa nada.

-¿Vamos a entrar?- Preguntó Millaray.

-Sí, vamos.

Entramos agarradas de las manos. Me sentía un poco extraña, pero no hice caso. Nos sentamos juntas.

-Hoy no vendrá la catequista, en su lugar estaré yo.

-La catequista es más bonita- susurró Millaray.

No hice caso a su comentario.

El catequista empezó a leer la biblia.

∆∆∆

Millaray y yo estábamos en mi cuarto coloreando algo de la biblia (que mis padres me habían comprado).

-¿Por qué es un pecado que un hombre ame a otro?- Preguntó Millaray.

-Porque Dios hizo a Adán y Eva para estar juntos -respondió mi padre-, cualquier otra relación es un pecado, no es natural.

-¿Pero por qué van al infierno?

-Por no seguir las reglas de Dios.

-¿Como un dictador?

-Más bien... Dios es padre de todo lo que existe. Tiene reglas como cualquier otro padre. Las personas que lo obedezcan irán al cielo y las que no, al infierno.

-¿Qué es el infierno?

-Un lugar donde hay fuego y serás torturado hasta la muerte dependiendo del pecado que cometas. Por eso, hay que obedecer a nuestro señor padre.

-Padre -dije-, ¿No dijiste que es de mala educación entrar sin tocar?

-Lo siento hija, entré para decirles que la comida estaba lista, pero escuché lo que dijo Millaray y no pude evitar responder. Por cierto Millaray, tus padres llamaron, no estarán unos días, puedes quedarte si gustas.

-Gracias señor- dijo Millaray.

-Por favor, no me digas señor, dime Abelardo, vamos, hay que comer.

Nuvia y yo fuimos con mis padres a comer. Al parecer a ellos le agradaban.

No lo digas (Adaptación Rivari)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora