Capítulo 47

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Estaba en la escuela. Por alguna razón nadie hacía ruido ni interrumpieron.

Creo que será un día divertido. ¿Qué malo puede pasar?

Las clases habían transcurrido normal y Sam y yo estábamos comiendo en una mesa al fondo.

-¿Entonces hoy conoceré a mis suegros?
Escupí mi agua. Samantha rió. Me limpié.

-No te burles de mí.

-Solo estoy emocionada, siento que las cosas están llendo bien.

-Demasiado bien.

>>¿Y si no se arrepiente?<<

-Te preocupas demasiado cariño... Estás feliz, es lo que cuenta, además... Si algo pasa, te vienes a vivir a mi casa ¿no?

-¿Qué?! ¿No crees que es muy pronto para eso?

-No entiendo qué tiene de malo, total... Nunca hay nadie en mi casa, podrías... Hacerme compañía.

Samantha siempre se veía tan fuerte, pero yo sabía que en el fondo quería que alguien estuviera con ella cuando no tuviera a nadie más. Siempre sonreía, pero en sus ojos se veía la soledad. Yo iba a estar para ella hasta que pudiera.

-¿Tus padres no dirían algo cuando llegaran?

Bufó.

-Claro... Sam, recuerda que debes mantener la reputación de tu familia, tu relación amorosa es tu decisión, pero nunca debes tener "fotos subidas de tono"... Lo único que les importa es su reputación, lo que sienta da igual.

-No creo que sean así, son tus padres, seguro te quieren y se preocupan por ti.

-No los conoces, en fin... ¿A qué hora pasamos a tu casa?

-A las 7.

-¿Tan tarde?

-Tengo que ir a trabajar, ¿recuerdas?

Bufó.

-Está bien, solo porque tengo una sorpresa para ti.

-¿Qué cosa?

-Es sorpresa cariño.

∆∆∆

Eran las 5 y aún seguía trabajando. Me puse a leer uno de los libros que había encontrado, era pequeño, pero tenía una pasta gruesa y parecía interesante.

Escuché que sonó la campana de la entrada. Alcé la mirada.

-Bienvenido... ¿Nuvia? ¿Qué haces aquí?

-Vine por un libro, ¿no puedo?

-¿Qué género buscas?

-Uno de misterio o con un asesino.

Busqué entre los libros algo que pudiera gustarle.

Éste es perfecto.

Se lo di.

-Gracias Ari.

Aún me sentía rara a veces cuando me hablaba. Después de todo habíamos salido por un tiempo y ella era mi amiga de toda la vida. Era extraño describir nuestra relación. Ya casi no nos veíamos ni hablábamos.

-¿Cómo te va con tus padres?

-Bien... Es un poco extraño que después de tanto tiempo apareciera.

-A lo mejor reconoció su error.

-Hablas igual que Samantha... ¿Sabes algo?

Volteó a ver a otro lado.

-Nos vemos... Fue bueno verte, me saludas a tu madre.

Asentí.

Qué raro.

No lo digas (Adaptación Rivari)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora