Capítulo 59

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Abril

Llevábamos ya un mes en clases. En mi trabajo ya me habían subido el salario y el puesto, así que, no tenía que ir diario.

Osvaldo y Santiago habían estado saliendo oficialmente hace como dos semanas, no hicieron nada extravagante, solo nos invitó a comer a todos (Sam, Nuv, Osvaldo y yo) y lo preguntó frente a todos con un cartel.

Samantha estaba acostada en mis piernas. Estábamos en la última clase del día, pero no sabían si el profesor estaba dispuesto a dar la clase (lo habían golpeado con una pelota y no despertaba), así que estábamos esperando al director o alguien que nos dijera algo.

-¡YA VÁMONOS!- Grito Osvaldo.

Un chico se levantó brincando de su asiento. Reí.

-Te van a demandar si matas a alguien de un infarto- dijo Nuvia.

-Pero estoy aburrido.

-Eso no te va a quitar la demanda.

Osvaldo se tiró en su asiento. El director entró al salón.

-Llevaremos al profesor Diego al hospital -dijo el director -, se pueden ir, nos vemos mañana.

Todos salieron celebrando. Samantha se levantó y me agarró del brazo.

-Vámonos cariño- dijo Sam.

Millaray se fue haciendo bromas con Osvaldo y riendo. Sam y yo salimos al último. Hoy no me tocaba trabajar, así que, iría con ella a estudiar unos temas que no entendía.

∆∆∆

-Ya te lo expliqué cariño, pero sigues fallando en lo mismo.

Me agarré la cabeza.

-Ari tiene muchas cosas en mente tal vez -dijo Teo-, no la presiones, mejor tomen este café que les traje.

Sam sonrió.

-Un descanso no nos vendría mal- dijo Samantha.

Tomamos el café. Mi suegro vendría por la noche, pero yo solo estaría un rato más, ya que, les había prometido a mis padres que iría para que jugáramos juegos de mesa y planeáramos lo de ir a la iglesia.

Teo me dió un masaje en la espalda.

-Te veo muy estresada -dijo Teo-, ¿mi nieta no te llevado a tu momento feliz estos días o por qué estás así?

Escupí lo poco de café que me quedaba. Me puse roja.

-No le digas esas cosas a Ari -dijo Sam-, ella aún no sabe de eso.

-¿Y por qué no le enseñas?

Sentí que iba a arder de vergüenza.

-No la obligaré si ella no quiere.

-Nunca he dicho que no quiera- dije.

-¿Ya ves Sam? -Preguntó Teo-, enséñale, ¿quieren que les de privacidad.

Vi hacia otro lado.

-No la presiones -dijo Samantha-, ella me dirá cuándo.

-Aguafiestas- dijo Teo.

-Mejor seguimos estudiando- dijo Sam.

Asentí. Teo se fue a sentar en otro lado viendo su celular.

Sam siguió explicándome el tema, no tardé mucho en entenderlo y sonreí.

-Págale con cuerpo a mi nieta- dijo Teo.

Me puse roja.

-¡Ya déjala en paz!- Gritó Sam

Teo empezó a reír.

-Como si no quisieras - dijo Teo.

-Deja el tema.

No lo digas (Adaptación Rivari)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora