Capítulo 41

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Abril

Samantha y yo estábamos en su casa esperando a su padre y abuela.
Mi celular empezó a sonar.

-¿Vas a responder cariño?- Preguntó Sam.
Contesté.

-¿Quién es?

-Hola Ari -dijo mi madre-, ¿estás en tu casa?

-No... Estoy...

Cierto, no le he dicho que terminé con Nuvia.
-No estoy en mi casa, ¿por qué?

-¿Podemos vernos?

-Claro, te mando la ubicación.

-Está bien hija, te vemos en un rato.

-¿Te vemos?

-Ya verás.

Colgó.

-¿Quién era cariño?

-Mi madre, ¿no te importa si viene?

-Claro que no cariño, sirve de que conozco a mi suegra.

-Sí... Sobre eso.

-¿Qué pasa?

-Bueno... No le he dicho a mi madre que terminé con Millaray, así que, decirle que salgo contigo es nuevo para ella.

Sonrió.

-Lo entiendo, está bien.

-Hay una cosa que no entiendo.

-¿Qué cosa?

-Dijo "te vemos en un rato".

-Y... ¿No crees que hable de tu papá?

-No creo.

∆∆∆

Tocaron la puerta. Estaba realmente nerviosa.
Samantha abrió.

¿Estoy soñando?

Mis padres entraron. Mi padre se veía serio y mi madre incómoda.

-¿Gustan sentarse?- Preguntó Sam.

Mi madre hizo que mi padre se sentara en el sillón y Sam y yo hicimos lo mismo.

-Abril -dijo mi padre-, sé que la forma en que me comporté contigo estuvo mal y también sé que no puedo justificarlo con la iglesia, por eso te pido disculpas.

>>Que alguien me pellizque.
¿Cuándo voy a despertar?<<

Pasaron unos segundos en que nadie dijo nada. Aclaré mi garganta.

-Desde que era niña me has enseñado la palabra de Dios, así que comprendo que te hayas puesto así y te perdono.

-Gracias, pero eso no justifica que te haya hecho eso, de verdad perdóname.
Sonreí.

-Te perdono.

-Gracias Abi.

-Abi- dijo mi madre.

-¿Sí?

-¿Cómo está Millaray?

-Eso era algo de lo que te quería hablar... Millaray y yo terminamos hace un tiempo, ahora salgo con Samantha.

Mi madre volteó a ver a Samantha y sonrió.

-¿Quién es Samantha?- Preguntó mi padre.

Señalé a Sam.

-¿Te hace feliz?

-Sí.

Sam sonrió.

-Pues... Espero y cuides a mi Ari. Por favor no le hagas daño, es mi niña.

-Tranquilos -dijo Sam-, yo quiero de verdad a Ari.

∆∆∆

-Qué mal que tus padres tuvieron que irse, quería que conocieran a mi abuela.

-Tenían cosas que hacer, por cierto, ¿cómo es tu abuela?

-La vas a amar, te lo aseguro.

-En lo que llegan dormiré un rato, estoy un poco cansada, me despiertas cuando lleguen.

-Claro cariño, descansa.

∆∆∆

Me movieron. Me volteé. Siguieron moviéndome.

¿Ya llegaron?

Abrí los ojos.

Una máscara de demonio estaba enfrente de mí. Me caí del sillón.

Empezó a reírse.

No es gracioso, realmente creí que moriría.

-Hola cariño -dijo Samantha-, veo que ya conociste a mi abuela.

¿Abuela?

Se quitó la máscara. Era una señora de unos cincuenta (supongo) cabello color plateado y maquillaje.

-Se asusta muy fácil -dijo su abuela-, debiste ver su cara.

-No te rías, mejor preséntate.

Volteó a verme.

-Teodora, pero odio mi nombre, dime abue Teo.

-Abril, un placer.

-Samy, ¿vamos al cine? Hace tiempo que quería ir a ver una de acción.

-Vamos, ¿vienes con nosotras Ari?

-De seguro que no aguanta ni cinco minutos de la película.

-No seas así con ella, vamos Ari.

Asentí.

No lo digas (Adaptación Rivari)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora