Capítulo 19

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Millaray estuvo semanas (sin exagerar) intentando convencer a mi padre para que me dejara ir unos días a unas cabañas.

Por esas fechas íbamos a una cabaña sin televisión, celulares, internet y alejada de la ciudad "para que escucharamos a nuestro señor padre".

Lo consideraba casi sagrado, como si fuera un ritual.

Por suerte mi madre también convenció a mi padre para que me dejara ir.

Hacía mis maletas. Estaba entusiasmada. Era la primera vez que viajaría sin mis padres.

Tocaron la puerta.

-Pueden pasar.

-Veo que estás emocionada- dijo mi madre.

-Mucho, gracias por dejarme ir.

-Aún no sé cómo me convencieron- dijo mi padre.

-Deja que tu hija se divierta.

-¿Qué tiene de malo ir a adorar a Dios?

-Nada, pero deberías dejarla salir con sus amigos, siempre a sido buena niña.

>Millaray no es mi amiga, es mi novia.<

Mi padre suspiró.

-Está bien, Ari, cualquier cosa puedes llamarnos.

Sonreí.

Ya solo quería llegar.




∆∆∆




Millaray y yo íbamos en su camioneta. Tomó mi mano. Sería mentira si dijera que no me veía nerviosa.

-Veo que estás muy feliz- dijo Millaray.

¿De verdad se me nota tanto?

No debería ser tan obvia.

-Lo siento.

Agaché la cabeza.

-¿Por qué te disculpas? Está bien si estás emocionada o nerviosa, es normal, me preocuparía si no lo estuvieras... Tranquila Ari, te voy a cuidar, nada que tú no quieras pasará.

¿Exactamente a qué se refiere?

Asentí.




∆∆∆




Después de unas horas habíamos llegado y Milla fue a recepción para checar lo de nuestra reservación y a que le dieran la llave.

Había una niña con trenzas sentada al lado de mí.

-Hola, ¿cómo te llamas?-Pareció no entenderme.-¿Puedes oír?

Se me quedó viendo.

-Ari-dijo Millaray-, ¿Qué haces? Ella no puede oírte, es sordomuda.

-Lo-lo siento, no sabía.

-No te preocupes.

Millaray hizo unas señas extrañas y la niña señaló a unos adultos quejándose. Le hizo otras señas.

-Es mi sobrina, mis tíos la adoptaron en un orfanato y al parecer tienen problemas con la reservación... Ari, ¿Te molesta si te adelantas? Solucionaré esto antes de que mi tía haga un escándalo.

-No hay problema, ¿cuál es nuestra habitación?

Millaray le hizo otras señas y la niña tomó mi mano.

-Ella te llevará, solo síguela y cuídala un rato en lo que soluciono esto.

Asentí.

La niña me llevó hasta mi habitación.

Abrí la puerta. Se sentó en la cama.

Se sobó la panza.

>¿Le dolerá la panza?
¿Tiene hambre?
¿Qué hago?<

Recordé que tenía una libreta pequeña en mi maleta, la saqué junto con un lápiz y se los di. Cuando terminó de escribir me pasó el papel.

"Tengo hambre, ¿puedes pedir algo para las dos?"

Escribí en el papel y se lo di. Ella hizo lo mismo.

"Lo que tú quieras está bien."




∆∆∆




Ya había terminado de acomodar mis cosas cuando escuché la puerta abrirse. Volteé a ver.

Millaray entró sonriendo.

-Veo que mi sobrina te ayudó a acomodar, ¿Ya comieron?

-Ya comimos, te tardaste.

-Sí, lo sé, lo siento, mi tía no dejaba de crear escándalo y tuve que quedarme para que no hiciera ninguna tontería. Por cierto, llevaré a mi sobrina con mis tíos, no me tardo.





∆∆∆





Veía un show de comedia. La puerta se abrió.

Millaray me abrazó.

-¿Estás bien?- Pregunté.

-Un poco cansada y hambrienta.

-¿Salimos a comer?

-No sé a dónde.

-Tú tranquila, eso déjamelo a mí.

No lo digas (Adaptación Rivari)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora