Capítulo 54

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Llevaba horas tratando de comunicarme con Sam sin tener éxito, hasta que Teo me mandó mensaje diciendo que la mamá de Samantha intentaba llevársela y estaban escondiéndose unos días en lo que el papá de Sam intentaba hablar con su ex esposa y tranquilizarla (desistirla de su decisión).

Le mandé mensaje a Nuvia.

"Necesito hablar contigo de algo. ¿Dónde nos vemos?"

Samantha no me respondía y Milla era la segunda que me conocía mejor, además, ella me dijo que podía pedir su ayuda cuando sea.

No tardó en responderme.

"Si quieres ven a mi casa, mis padres salieron de viaje, si quieres ven con Osvaldo, hace tiempo no lo veo."

"Te veo en una hora."

Me arreglé y le dije a Osvaldo que se arreglara, no tuve que decírselo dos veces porque entró a mi cuarto y extendió sus brazos.

-Me veo fantástico- dijo admirándose.

-Si, si, muy guapo, pero sin novio.

Me volteó a ver feo.

-Amargada, ya por fin voy a ver a Nuv después de mucho tiempo y te pones con tus moños, ya cásate ¿no?

Rodé los ojos.

∆∆∆

No iba a admitir que no estaba nerviosa por estar en casa de Millaray después de mucho tiempo, pero al fin y al cabo éramos amigas.

-Siéntense -dijo Milla-, ¿quieren algo de tomar o comida?

Osvaldo se sentó en el sillón como si fuera su casa. Nuvia rió.

-¿Qué tienes de comer?- preguntó Osvaldo.

Millaray le dió una bandeja con bocadillos y Osvaldo no tardó en agarrar varios.

-Vine a hablar contigo de mi padre- dije.

Nuvia casi se atraganta con el agua. Osvaldo le dió palmadas en la espalda.

-Pajarito -dijo Osvaldo-, pajarito, pajarito, ¡oh Dios! No te mueras sin antes dejarme tu herencia.

Milla tardó unos segundos en recuperarse y volteó a verme.

-Perdón -dijo Milla-, ¿de qué querías hablar?

Le di las pruebas que el amigo de Osvaldo me había dado. Nuvia las agarró, las vio y me volteó a ver.

-¿Quién te dió esto?

-El amigo de Osvaldo me las dió cuando -dije-... Espera... ¿Tú sabías de eso?

-Tu padre no se disculpó por ti... Fue por mí, yo lo convencí, pero no pienses mal, yo lo hice porque no quería que estuvieras triste pensando que todo era tu culpa, ¡realmente quiero que seas feliz!

-¡Esas cosas no las debes ocultar , más si se trata de mi padre!

-¡Lo sé! y lo siento... ¿Cómo te sientes?

-Enojada, ¡nos conocemos desde años como para que no me cuentes algo tan importante!

-Lo siento, de verdad, pensé que estar con tus padres te haría feliz.

-Y lo soy, pero algo así no debes de ocultarlo.

Suspiré. Tomé agua.

-¿Y qué harás?

-Nada. Nadie hará nada.

-Pero fue un abuso, ¿no harás nada?

-Quiero tener un año tranquilo y terminar la escuela, después de eso lo confrontaré, lo prometo.

Osvaldo y Nuvia voltearon a verme molestos.

No podía hacer nada. Aún no me sentía con el valor como para terminar todo esto con mi padre, digo, apenas habíamos estado juntos, no podía deshacerme a la idea de ya no estar, además, necesitaba buscar un lugar donde quedarme si me echaba de nuevo.

-Osvaldo y tú pueden venir a vivir conmigo en lo que buscas dónde vivir -dijo Nuvia-, de eso no hay problema, le explico a mis papás la situación y ellos te recibirán con los brazos abiertos.

-Te lo agradezco Nuvia -dije-, pero, tengo novia y sería raro vivir con mi ex.

-Explícale la situación, no creo que se niegue si es por eso.

-Quiero mi último año tranquilo, apenas estoy volviendo a llevarme con mi padre, déjame este año y yo misma lo demando.

Osvaldo y Nuvia me abrazaron. Realmente sentía que me iba a quebrar en cualquier segundo. No quería admitirlo. No quería el llanto de mi madre. No quería mi familia separada, pero si iba a pasar, quería disfrutarlo lo más que se podía.

No lo digas (Adaptación Rivari)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora