Capítulo 9

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Sentir como aquellas manos pasaban por todo su cuerpo, sentir como abusaban de ti ese montón de alfas, como te rompían por dentro y lo seguían haciendo, una y otra, y otra vez.
Seguía llorando pidiendo ayuda, con todas sus fuerzas estaba intentando que su lobo saliera para que dejarán de lastimarlo, pero su lobo sabía que pasaría si por un segundo intentaba salir a ayudar a su humano. Jungmin no sabía porque le estaban haciendo esto, no sabía porque ese montón de alfas lo estaban dañando tanto, hasta que todo se detuvo y no hubo nada más que hacer.

Se sentó en aquel frío lugar sintiendo todo su cuerpo doler, sintiendo como su espalda baja daba punzadas y aquel líquido rojo bajaba por sus piernas. Estaba roto, ya no sabía que más hacer, así que lo único que pudo pensar fue deshacerse de su lobo, sería la única manera para que no doliera tanto. En ese momento solo quería estar en los brazos de su madre, percibiendo aquel olor a uvas frescas, así como cuando era niño, quería sentirse seguro otra vez, quería sentir ese abrazo que le calmaba el alma, pero eso no se podía, no podía hacerlo.

...

Esto no se quedaría así, no iban a permitir ni por un momento que ese maldito siguiera respirando. Su pequeño cachorrito no merecía lo que le hicieron y lo pagarían demasiado caro.

– Changkyun – lo llamo su mejor amigo – ¿En qué estás pensando?

El hombre se quedó callados por unos momentos, no quería lidiar con San en estos momentos, estaba planeando la mejor manera de como matar a ese hijo de puta.

– Changkyun – volvió a llamarlo – se que esto no tiene ningún perdón, pero necesito saber lo que estás pensando.

– Quiero torturarlo, quiero que sufra – sus ojos se cristalizaron – nuestro bebé está sufriendo, San. Oculto a su lobo para no sufrir más y eso no lo puedo permitir.

– Lo escuchaste, no podemos precipitarnos y hacer como si tuviéramos una relación de años – Changkyun negó con la cabeza, ahora se veía bastante enojado – prometimos que no haríamos algo loco, debemos ir paso a paso.

– No, no soportaré más tiempo sin él. Desde los quince años sabíamos que estaríamos emparejados a un alfa, lo que no sabíamos era que ni siquiera había nacido y ahora que lo encontré te juro que no dejaré que sufra más – San negó en desaprobación.

– ¿Y si elije al Omega?

– Eso no va a pasar.

– Sabes que si puede pasar, que aunque seamos destinados él también está enlazado a un o una Omega – San se acercó a él – debes tener la cabeza fría, debemos tener la cabeza fría si queremos que Jungmin este con nosotros.

– ¿Cómo no intervenir cuando veo al amor de mi vida sufrir así? ¿Cómo quieres que no haga nada?

– Debemos solo dejar todo así, esperar un poco.

– No – se alejo enojado – no pienso seguir con esto, ese maldito que hizo que su lobo se apagara va a sufrir y si no me quieres ayudar te puedes encerrar en este maldito apartamento esperando a que todo pase.

San se quedó unos cuantos minutos callado, podía simplemente hacer las cosas bien, podían esperar a que Jungmin decidiera cuando sería el momento en el que ellos podrían acercarse o esperar a que eligiera a su Omega destinado. Pero, el no espero tantos años para que su pequeño alfa fuera a los brazos de otra persona.
Cuando ellos se enteraron que compartirían a la misma persona no les importo, pero saber ahora que esa persona podría alejarse de ellos, no podrían, no podían permitir algo así y más sabiendo que su destinado estaba sufriendo.

– ¿Cuál es el plan?

El enigma sonrió con malicia.

– Déjamelo a mi.

...

Su miedo aumento, está vez solo quería dar vuelta atrás para no tener que entrar al campus, solo quería salir huyendo de ahí. No habría nadie que lo ayudara, así que se giro para poder escapar, lo que no espero es que unos brazos lo sujetarán arrastrándolo hasta lo más alejado del lugar donde lo acorralaron los mismos alfas del día anterior.

– Nuestra puta personal – uno de ellos se acercó para besar su cuello – ¿A dónde ibas? ¿Pensabas huir?

– N-no – tembló – Y-yo... – no podía articular siquiera otra palabra.

En eso apareció Jisung para darle una cachetada, haciendo que su labio empezará a sangrar.

– Maldita zorra – lo tomo fuerte de las mejillas – ahora sabrás lo que te espera.

En eso todos sonrieron con burla, para empezar a rasgar la ropa que tenía el alfa.
Lo que ninguno de ellos sabía era que a lo lejos los dos enigmas veían aquella escena con bastante enojo, queriendo acercarse para poder matarlos a todos, por un momento Changkyun quiso acercarse, quería usar sus dones para hacerlos doblegar,  usar algunas feromonas y con eso bastaba para que esos malditos alfas quedarán de rodillas besando sus pies, solo con eso bastaba para después terminar con cortarlos en pedazos.

– Changkyun, ni siquiera lo pienses – San lo detuvo – hay que seguir el plan, será más satisfactorio al final y más cuando tengamos a nuestro lindo alfa entre nuestros brazos.

Solo asintio, pero no soportaba verlo llorar y no poder hacer nada. Hasta que su plan entro con su hermosa cabellera roja, hermosa como siempre.

– ¿Que creen que hacen malditos idiotas?  – la chica se acercó al grupo, claro que ellos al verla quedaron sumamente congelados – unos insignificantes alfas intentando someter a un alfa dominante, malditos imbéciles.

– Yeji – susurro uno de ellos – pensamos que estabas en Italia.

– Como pueden ver sigo aquí – se acercó a uno de ellos tomándolo del cuello – ahora mismo se van a disculpar o utilizaré mis feromonas con ustedes – estos temblaron – ¿Que esperan?

Estos asustados se inclinaron para disculparse con Jungmin, uno de ellos le dió ropa nueva, para luego salir corriendo de aquel lugar. Claro que Jisung vio a aquella chica con bastante rabia, así fuera un enigma seguiría haciendole la vida imposible a ese maldito alfa, lo haría sufrir como nunca había hecho sufrir a una persona y para eso ya tenía la llave perfecta.
Con enojo se acercó a aquella hermosa Omega, sabía por algunos chismes que había encontrado a su destinado.

– Haerin – la chica se alejo de Juno para acercarse a Jisung con una sonrisa – supe que encontraste a tu destinado, felicidades.

– Gracias – sonrió entusiasmada – pero, necesito que me ayudes – hizo un puchero – mi destinado ni siquiera quiere acercarse a mi.

– ¿Quien es tu destinado?

– Jungmin, tu mejor amigo – en eso la cabeza de Jisung empezó a idear el plan perfecto.

– Oh, pobre Haerin – acarició su cabeza con cariño – te toco un alfa defectuoso.

– ¿Que quieres decir con defectuoso?

– Que a tu querido destinado le gusta ser cogido por alfas – está hizo cara de asco – pero puedes cambiar esto, si empiezas a utilizar tus feromonas para doblegarlo y hacer que te marque.

– ¿Funcionara?

– Claro que sí – le sonrió – si me lo dejas a mi, ese alfa será todo tuyo.

La Omega sonrió con soberbia, ese alfa sería de ella y de nadie más, si tenía que usar sus feromonas para que la marcara y luego la embarazara, entonces estaría hecho.

– Haré lo que tú me pidas, Jisung.


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