House Of Cards

Capítulo 13

Su cuerpo temblaba, su nariz buscaba el cuello de aquel enigma, necesitaba tranquilizarse y ese olor, ese peculiar olor lo hacía sentir bastante seguro. Cuando por fin logro encontrar la glándula donde se producían las feromonas, fue que sus fosas nasales se inundaron del olor a hierva buena, lo que lo hizo sentir feliz, por primera vez en semanas se sentía tan feliz.

– Mi pequeño cachorrito – el enigma acariciaba su cabello con ternura – nadie más te volverá a lastimar, te lo prometo.

– ¿C-como estás tan seguro de eso? – se separó para mirarlo a los ojos – ¿Cómo puedes prometer que estaré a salvo?

San simplemente lo miro con bastante cariño, esperando el momento donde apareciera Changkyun, claro que el otro enigma no tardó en acercarse al alfa para besar con ternura su frente.

– Lindo cachorrito, creo que no te has dado cuenta que somos enigmas – acarició su cabello – nosotros dos podemos destruir al mundo para que tú estés bien.

Eso hizo sentir lo bastante tranquilo a Jungmin, así que se aferró al enigma que tenía ese delicioso olor a hierva buena, no sabía porque, pero estar cerca de aquel enigma lo hacia recordar algo del pasado, un momento bastante feliz.
Tan solo por un segundo, quiso tener la esperanza que todo estaba bien, que todo iba a estar bien, porque era lo que deseaba. Hasta que esa burbuja se estalló al sentir su celular sonar, notando que era su madre.

– Hola, mamá – espero la respuesta, pero está nunca llegó, hasta que al otro lado de la línea pudo oír un sollozo – ¿Mamá? ¿Que pasa? – seguía sin recibir respuesta – mami.

– T-tu hermano – al escuchar eso su corazón se detuvo un momento – tu hermano está detenido, por herir al hijo de Taehyung.

Mierda.

Sabía que algo andaba mal desde que Juno decidió buscar a los enigmas, su hermanito, su hermanito ahora estaba detenido, todo estaba yendo de mal en peor. Así que no lo pensó dos veces para separarse de aquellos enigmas sintiendo un vacío dentro de él, pero corriendo hacia su auto para manejar hacia la estación de policía.
Claro que al llegar y ver a su madre en un mar de lágrimas lo hizo sentir bastante mal, con su mirada empezó a buscar a su padre, pero no lo vió por ningun lado lo que hizo tranquilizar un poco.

– Mamá – se acercó al Omega para abrazarlo – todo estará bien.

– Jungmin ¿Que está pasando? – este lo miro con algo de enojo – dime qué pasa, no entiendo lo que está pasando contigo o tu hermano y me duele que no puedan confiar en mi – lloro más fuerte – hace algunos días te vi llorando de la manera más dolorosa y ahora tu hermano está detenido ¿Que pasa?

Quería decirle, pero no era capaz de causarle más dolor a su madre. Se separó del Omega para acercarse a uno de los policías, necesitaba hablar con su hermano, necesitaba hablar con él primero antes de poder hablar con su madre.
Cuando le dieron el acceso para ver a su hermanito, cuando lo vió en aquella celda algo pálido, se veía enfermo y cuando sus miradas se conectaron era como si estuviera muerto en vida, como si algo lo hubiera roto por dentro.

– ¿Juno? – el alfa estaba perdido, sus ojos estaban lo bastante apagados – ¿Que paso hermanito?

– Lo perdí – empezó a llorar – perdí a mi razón de vivir – sus manos comenzaron a temblar – ¿Que hice mal? ¿Que fue lo que hice mal?

Se recostó en aquella celda para seguir llorando, era mucho el dolor que estaba sintiendo que quería que todo se detuviera de una vez.

– Bebé – Jungmin paso su mano acariciando su cabeza – ¿Que paso?

– Se apuñaló, se apuñaló en frente de mi sin importar nada, empezó a decir cosas bastantes incoherentes – ya no podía más – así que rompí el lazo, lo rompí porque era lo que él quería.

En ese momento a Jungmin estaba por darle un ataque de pánico, porque el sabia que el idiota de Taehyun era el destinado de Juno, si su hermano rompió el lazo, eso significaba que podía morir.

– ¿Que hiciste? – ahora el que estaba llorando era él – Juno, puedes morir, mierda ¿Que carajos hiciste? ¡¿En qué estabas pensando?!

– ¡Él estaba sufriendo! – su voz se quebró – y-yo solo quería ayudarlo, yo solo quería que no sufriera más porque estaba sintiendo su dolor. Me duele Jungmin, me duele mucho y tengo miedo, tengo mucho miedo porque no quiero morir.

– Mierda – ya no sabían que hacer, ya no sabían que más hacer – ¿Por qué nos está pasando esto?

– ¿Nos?

– Juno, me gustan los alfas y los dos enigmas socios de papá, son mis destinados – por fin se había confesado – desde niño me han gustado, pero eso fue un problema porque... Juno hace días que están abusando de mi.

– ¿Que dices? – ahora su hermano se veía enojado – eres un maldito alfa puro ¿Por qué permites algo así?

– Por qué me amenazaron contigo, porque cuando intenté defenderme, fueron detrás de ti – los dos se veían bastante destrozados – ya no sabía que hacer, yo también tengo miedo.

– ¿Que demonios está pasando?

Los dos hermanos de quedaron sentados en aquel frío lugar, lo que los dos no sabían era que Jimin lo había escuchado todo, había escuchado cada palabra que había salido de la boca de sus hijos, sintiendo el corazón destrozado. Sus dos bebés, sus dos pequeños cachorritos estaban sufriendo y lo que le daba coraje, era que no sabía que hacer para quitar aquel sufrimiento.
Saber en ese instante que los dos enigmas eran los destinados de Jungmin y saber que el hijo de Taehyung y Hoseok era el destinado de Juno.
¿Que podría hacer? ¿Que debia hacer?

– ¿Amor? – al ver a Namjoon entrar lo bastante preocupado, no lo pensó dos veces para lanzarse a sus brazos – ¿Que paso?

– N-Nam – se derrumbó – mis bebés.

– Esos niños malcriados, me van a oír.

– No, Nam ellos están sufriendo – Namjoon lo miro preocupado – mis pequeños cachorritos están sufriendo.

– ¿Hablaron contigo? – este negó – ¿Que paso, Jimin?

– Sus destinados son algo peculiares y mis dos niños no saben que hacer.

– Nosotros estaremos para ellos, lo estaremos siempre, bebé.

Pero en el fondo, Jimin sabía que Namjoon podía destruir a quien fuera si se enteraba por lo que estaban pasando sus dos hijos, por eso y solo por el momento decidió callar, hasta que sus hijos decidieran decirle y confiar en él para decirle lo que estaba pasando.