CAPÍTULO 50: 'REACCIONAR'

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Mingwei se aferró al postre que le había dado Lu Fengzhou, siguiéndolo embobesido hasta el auto. No fue hasta que el auto estuvo muy lejos que gradualmente volvió a sus sentidos después de que Lu Fengzhou lo hizo reaccionar.

Esta vez fue Lu Fengzhou quien le compró el postre. Tampoco fue un regalo de alguien más, ni algo que Lu Fengzhou le dio porque no le gustaban los dulces.

De hecho, este postre fue comprado personalmente por Lu Fengzhou.

Aunque Lu Fengzhou le compró este postre sin saber lo que representaba, pero Mingwei todavía sentía en su corazón que las recientes acciones de la otra parte habían compensdos sus defectos hace cuatro años.

Esta tarde, cuatro años después, Lu Fengzhou y él eran las únicas dos personas en el auto. No había Ming Chenxing ni nadie más en la cafetería, y en sus brazos estaba el pastel que Lu Fengzhou le había regalado.

Después de conocer la verdad, los buenos recuerdos de hace cuatro años ya no existían, pero en opinión de Mingwei, Lu Fengzhou ahora le había dado nuevos y hermosos recuerdos para atesorar.

Probablemente para Lu Fengzhou y otros, este podía no ser un recuerdo que valga la pena recordar. Pero Mingwei todavía se sentía satisfecho, y le bastaba para tenerlo en cuenta durante mucho tiempo.

El río del tiempo siempre fluía hacia delante, y sin ninguna razón, Mingwei era extremadamente tenaz, estaba seguro de que la línea del destino que se cruza entre él y Lu Fengzhou continuaría extendiéndose hasta el final, conduciendo a una dirección desconocida después de mañana.

Los nuevos recuerdos eventualmente superarán a los viejos, echando raíces en los viejos recuerdos como la exuberante hiedra en verano, creciendo sin sentido hacia el lugar soleado.

Al cortar esas partes mezcladas con defectos, los viejos recuerdos siguen siendo nostálgicos, para dejar que los nuevos recuerdos ocupen su lugar, tampoco es un mal sentimiento.

Mingwei sacó el pastel para comer. Cuando encontró un semáforo en rojo en la intersección, pinchar la fresa con un tenedor, mientras la llevaba a la boca de Lu Fengzhou con ojos expectantes.

Lu Fengzhou hizo una pausa por un segundo, bajó la cabeza, para quitarle la fresa del tenedor de la mano.

Mingwei levantó el tenedor libre y siguió de cerca a Lu Fengzhou. Al verlo llevarse la fresa a la boca, una clara sonrisa apareció de inmediato en sus ojos.

Lu Fengzhou no habló, miró sus ojos sonrientes por el rabillo del ojo, y frunció levemente el ceño.

Mingwei tenía una cara inolvidable, antes de que Mingwei fuera a trabajar al club, Lu Fengzhou estaba seguro de que nunca antes lo había visto por ningún lado.

Pero la escena que sucedió en ese momento le dio una sensación familiar de déjà vu sin razón aparente. En cuanto de dónde le era familiar, a Lu Fengzhou no le importaba, y tampoco pudo recordarlo durante mucho tiempo.

Ambos regresaron a la casa de la familia Lu para cenar. Por la noche, Lu Fengzhou celebró una videoconferencia en su estudio, mientras Mingwei se sentaba en la sala de la primera planta a mirar la televisión. El mayordomo envió el auto deportivo de Ming Chenxing de regreso a la casa de Ming, ya que el propio Ming Chenxing no volvió a aparecer.

Aproximadamente a las diez en punto, terminó de ducharse, bajó las escaleras para encontrar a Lu Fengzhou. La reunión había terminado, y ya no estaba en el estudio. Mingwei volvió a llamar a la puerta del dormitorio contigua, después de esperar un rato, se abrió la pequeña puerta del vestidor al lado del dormitorio y la voz de Lu Fengzhou llegó desde la puerta: ___ Entra.

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