Puede que en algún momento pierdas el control de tu vida, simplemente todo se pone mal y no hay nada que no hallas hecho para evitarlo. Todos están atacandote sin motivo, simplemente todo lo que estaba bien ahora está mal y deseas con todo tu ser que ese sentimiento desaparezca rápido, es como si quisieras morir y despertar en un cuentito de haditas dónde todo es sumamente feliz, pero de nuevo despiertas en esta estúpida crueldad, despiertas sin saber el porque lo sigues haciendo, despiertas con ganas de cerrar los ojos para siempre, despiertas con dolor en la garganta por tanto haber llorado la noche anterior, despiertas con los ojos hinchados por llorar hasta dormirte, despiertas con todo menos con lo que quieres. Un día desperté y todo lo que en algún momento me hizo feliz ahora estaba en llamas, ya no había absolutamente nada, mi felicidad estaba muerta, mi motivación se estaba pudriendo, mis padres simplemente estaban cada vez mal, ya no había confianza, ni siquiera había paz. Busqué apoyo y seguridad en terceras personas, me dieron la espalda, busqué a mi mami, me echaba la culpa de todos los problemas, busqué a mi padre, solo le importaba lo que hacía mi mami. Me encontraba absolutamente solo así que esa misma noche tome la navaja y la pasé por mi muñeca, una corta y poco profunda linea se dibujo sobre mi piel, estaba desesperado, se sentía muy mal despertarse en la madrugada sin saber el porque, rogando a la hora de dormir para no volver a despertar, lamentando la situación, odiando el día en que todo empezó... Pero la vida es tan difícil que ni siquiera te deja morir. Después de todo conoces al amor de tu vida, un chico dulce y cariñoso, totalmente diferente a los demás, único y diferente, un asesino del cuál me enamoré, pero no me importa, yo daría mi vida por el. Juré que si el moría yo moría porque sin el no soy yo, el es mi salvación, solo el pudo salvarme.
–¿Sabías que te amo?– estábamos recién despertando.
–Lo se,– el me miró con una mirada suave– Lo puedo ver en tus ojos.
–Y yo lo puedo ver a través de ti– besé a Tom, sin pasión, sin lujuria, simplemente lo besé. Emily entró corriendo a la habitación con muchos juguetes en sus manos. Nos separamos por la sorpresa.
–¡Mira Billy!– Emily me mostró una muñeca Barbie, seguido me mostró más muñecas que desconocía– Esto me lo dió la mami de Tommy.
–Wow,– me sorprendí al ver la inmensa cantidad de muñecas que tenía Emily en sus manos– ¿Te compró juguetes?– emily negó.
–Tambien me compró un vestido, unos pantalones así como a mí me gustan y algunos accesorios para mí cabello– emily abrió los ojitos– ¡Son unos pompones!– Tom alzó una ceja y yo quedé pensativo.
–¿Que tiene de especial eso?– emily tomo las dos bolas con tiritas de color blanco y la otra de azul.
–Son los que usan las porristas,– claro– Ojalá algún día yo sea porrista.
–¿Por qué no mejor el fútbol?– miré a Tom incrédulo.
–¿Acaso no escuchas que ella quiere ser porrista?– dije entre risas.
–Bah,– miré a Emily quien estaba emocionada por sus dos pompones. Tom se volvió a recostar sobre la cama y cerró los ojos.
-¿Te gustaría entrar a un instituto de porristas?- le brillaron los ojitos a Emily y asintió repetidas veces.
-¡Me encantaría!- tal vez si comienzo a trabajar por las tardes podré pagar el instituto de Emily por mi cuenta, claro.
-¡Emily!- gritó la madre de Tom- ¡Ven a desayunar!- emily salió de la habitación. Tom se removió.
-Voy a hacer una llamada,- Salí de la cama y me dirigí al baño y me apoyé sobre el lavabo, marqué un número y alguien contesto.
"-¿Bill?- esa voz... sonreí.
ESTÁS LEYENDO
Solo Tu Puedes Salvarme
AcakDos hermanos siendo separados, valla, es una perfecta maldición para aquellos dos, lo que no saben es que el destino se encargará de devolverles lo que nunca pudieron tener, amor, pero, ellos no van a tropezar con la misma piedra, ellos no van a per...