Casado con el enemigo [KOOKMIN]

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En una pequeña y nauseabunda habitación se escuchan los sollozos de un hombre, golpe tras golpe lo quebraron hasta que ya no pudo más; el señor York había movido todos sus contactos para capturar a uno de los hombres de los Jeon.

_le juro que es todo lo que se señor, tenga piedad de mi tengo un hijo pequeño.

los pasos de alguien llamaron su atención, uno de los guardias miraba a su jefe sufrir ante lo dicho por el guardia de los Jeon, confirmando la información de la carta de Greta, en su dolor y coraje podía escuchar las risas de esa mujer ella había llevado a la muerte a su propio hijo al meterse con un Park.

_señor tenemos al niño.

_no, mi pequeño no señor, haré lo que me pide...juro ante Dios que le serviré hasta el último día de mi vida, pero déjelo vivir es solo un niño, es lo único que me queda en esta vida. - dijo el hombre sollozando.

_en ese caso tráeme a Jeon Jimin, le haré pagar por la muerte de mi hijo.

_señor tenga piedad esta embarazado, además su hijo hizo cosas horribles con él, no lo vea como víctima porque claramente no lo es.

_este cabrón a la primera llora por piedad y al otro está pidiendo que le dé un tiro en la puta cabeza...

_trato de hacerlo entrar en razón, esos bebés son inocentes señor.

_ ¿quieres salvar a tu hijo o no?, a mí me da igual si dárselo a los perros o enterrarlo vivo.

_haré lo que me pide. - dijo el hombre cabizbajo.

_lo vez Luther, no hay gente fiel en estos días, rápidamente este perro mordió la mano que le da de comer.

_tendremos a tu hijo aquí hasta que traigas a ese Jeon y cuidado con traicionarme por que tu pequeño hijo lo pagará.... llévalo para que se limpie y que se vaya, llévalo hasta el lugar de donde lo recogiste.

Félix fue a una pequeña oficina en el lugar que había conseguido con tan poco tiempo, sacó una botella de Whisky de su equipaje para beberlo, estaba cansado física y mentalmente, después de un largo viaje en avión para llegar a Corea, solo para confirmar lo que ya temía.

después de unas copas rompió en llanto, jamás en su vida había hecho semejante cosa, como secuestrar y golpear a una persona, Félix odiaba a ese tipo de gente por eso se había divorciado de Greta al enterarse de su pasado y ahora él estaba haciendo lo mismo; pensando racionalmente todo le decía que debía actuar diferente, ir con las autoridades para hacer justicia, pero su ira le pedía venganza.

horas después Félix había vaciado la botella, él golpeaba su escritorio con el puño manteniendo su cabeza apoyada en el escritorio, él se culpaba por lo que le había pasado a su hijo, si tan solo hubiera tenido un poco de comunicación con él cómo lo tenía con ella tal vez eso no hubiera impedido que su hijo terminara muerto; en su locura por el alcohol empezó a escuchar las risas de Greta, eso al principio le puso la piel de gallina.

su fantasma había llegado para atormentarlo o solo era el alcohol se preguntó, tragando fuerte y con algo de temor levantó la mirada, verla frente a él le hizo palidecer, sintió que todo su cuerpo empezó a temblar, pero no era miedo en sí, si no ira.

_ ¡maldita!, aun estando en el puto infierno vienes a atormentarme. - gritó furioso arrojando la botella hacia ella, en su locura por el alcohol veía a Greta reírse de él, diciéndole entre risas lo incapaz que era como hombre, como padre y culpándolo de la muerte de su hijo.

_ ¡señor!, debe guardar la calma, no pierda la cabeza ahora. - dijo Luther al verlo en total histeria gritándole a la nada.

_acaso no la vez, esa maldita ha venido desde el infierno. - dijo señalando un espacio oscuro en la pequeña oficina.