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𝐀𝐥𝐚𝐬𝐭𝐨𝐫
Ese día se levantó sintiendo dolor en su pecho, necesitaba ir a un doctor pero como no podía costearse uno bueno debido a sus problemas económicos, decidió tratar de ignorar el dolor que no era tan malo como esos días anteriores cuando la araña le disparó o en todos los trabajos fallidos.

-Vamos Alastor, tuviste una mala noche pero no pasa nada, s-solo a buscar un nuevo trabajo y todo terminará.

Se sentía tan pequeño en un lugar no neutral, el barrio caníbal era propiedad de Rosie, le daba miedo esa mujer... como las mafias, el desorden y... todo el infierno. Buscaba un lugar para ser atendido y de lo poco que tenía en sus ahorros se pudo pagar un médico de tercera que no le daba anestesia.
Sintió un dolor horrible, sin duda alguna pero era lo único que tenía en sus bolsillos. Caminaba ahora con su báculo algo descuidado lleno de miedo y su cola de venado abajo. En cuanto fue rodeado por caníbales de una estatura y cuerpo más grande que el, chilló de miedo huyendo de ahí sin dudarlo dos veces.
La mala suerte empeoró al notar a Rosie que lo agarró del cuello y tirar su preciado báculo, a su lado los mismos caníbales de antes siendo trabajadores de ella junto a mujeres para nada amigables y con unas ganas de comerlo por ejemplo Susan.

-Te dije que no volvieras aquí- su rostro serio y molesto hizo temblar al azulino -. Te dejaré vivo porque tengo trabajo, vete y NO VUELVAS- le dio una patada que hizo salir corriendo al mencionado.
-Lo siento lo siento lo siento- eso fue lo único que dijo al irse.

                                      ♤◇♡♧
Estaba en el casino de Husk llegando 5 minutos tarde de su entrevista, llegó y nadie lo miraba, no era importante y jamás lo sería, eso se mencionaba a sí mismo cuando fijaba su atención en las revistas viejas, tapándose en los comerciales de Vox al caminar y sin dudas en los momentos que se ocultaba en el momento que aparecían por las calles. El gato suspiró con solo mirarlo, este fue llevado a una habitación de entrevistas y lo sentó en la silla.

-Así que...- el estaba leyendo sus... su papel de trabajo-. Alfonso.
-A-alastor señor- le corrigió, recibió un gruñido y por reacción bajó aún más sus orejas, temblando del miedo.
-Bueno Alister, debo decir que no pareces ser un pecador que sepa muy bien como hacer papeles simples- siguió examinando a este y a su papel -. Y dime ¿sabes hacer una bebida?
-No
-¿Tienes experiencia en lugares como este?
-N-no
-En tonces por el amor a Lucifer, ¿por qué buscas este trabajo si no sabes hacer algo referente a este negocios? Es obvio, si vas a trabajar en un casino al menos debes atender a los invitados, jugar con ellos un rato a las cartas y hacer vinos o cervezas.
-...- bajó su cabeza, lleno de vergüenza y sentirse patético ser regañado-. Fue mi error señor.
-Mira- suspiró, no quería ni necesitaba hacer sentir peor al pobre pecador más de lo usual, se le ocurrió una idea-. No quiero sacarte a la calle así sin más, necesitamos personal de limpieza, ¿Crees que puedes hacerlo?- esperaba tener fe que al menos supiera hacer eso, ya que las pintas que daba lo hacía dudar que fuera alguien con conocimientos de limpieza y cuidado personal.
-S-si- tartamudeo.
-Bien, ahora comienza a limpiar- le dio un escurridor y un balde de limpieza -. Y no me llames hasta que termines, el líquido está ahí- señaló al de color verde -. Y cuidado con derramar a los invitados.

Un trabajo nuevo, hizo un saludo militar escuchando las quejas de su jefe gatuno siguiéndolo a una distancia prudente. Lo siguiente que pasó fue que notó a Anthony abrir la puerta, por el miedo se golpeó el rostro haciendo caer la cubeta con demasiado limpiador de piso dejando burbujas a su alrededor.
Trató de limpiarlo sacando las burbujas, no había terminado y se percató que Angel estaba tirado al piso, su ropa mojada y maldiciendo al venado. Husk corrió a socorrer a su amigo, lo levantó, lo depositó delicadamente a un sillón suave y giró hacia el venado con un aura amenazante.

-Eres un puto estúpido de mierda- la araña se levantó al lado de Husk -. Espera, ¿te conozco?
-N-no no- quería irse de ahí, no podía aguantar las ganas de llorar y volver a su casa para abrazar al pato de goma.
-Mmmm- la araña le dio una cachetada a Alastor usando su guante rosado -. Por supuesto, eres el inútil venado que disparé- se burló -. ¿Cómo es que sigues con vida?
-....-
-Bueno Angel, ¿te paso una copa?
-Claro Husk- su tono pasó de irritado a tranquilo, el mencionado le hizo una señal que termine de limpiar.

Así era su vida, no hacía nada bien y siempre terminaba en desastre. Terminando siendo el último en cerrar el local, notando como su jefe se iba a vivir a Hazbin Hotel junto a una enana cíclope y la arañita.
Se sentía un desastre, sumado a su baja autoestima y tratar de hacer lo mejor posible en no arruinar nada pero siempre algo la cagaba. No tenía estatus, no era conocido ni temido, solo olvidable.
El siempre sería olvidable, nadie lo iba a querer o cuidar, siempre dócil y manejable. Sus pensamientos fueron distraídos al sentir un aura atemorizante, verdaderamente atemorizante.

-Buenas tardes caballero, mi nombre es...Lucifer Morningstar.

𝐌𝐚𝐧𝐳𝐚𝐧𝐚 𝐏𝐨𝐝𝐫𝐢𝐝𝐚 ∇𝐚𝐩𝐩𝐥𝐞𝐫𝐚𝐝𝐢𝐨ΔDonde viven las historias. Descúbrelo ahora