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Hera, Diosa del matrimonio y la familia

Los truenos sonaban por todo olimpo, salí de mi habitación un poco molesta, ¿Qué quería Zeus? Pero no lo ví allí, llamé a Hebe y Hefesto, pero ninguno me oía, salí del templo y Hebe me abrazó asustada, al mirarla me dí cuenta que sangre la estaba cayendo de la frente

- ¿¡Qué te ha pasado!? - pregunté asustada, cuando la casé con ese bastardo de Hércules supuse que la protegería

- A-Ares....Está en los jardines olímpicos - me dijo también asustada, pero mi mente se centro en “Ares en los jardines olímpicos” eso significaba que había podido salir de su templo de una sola manera

- Ve a conseguir un poco de ambrosía y curáte, necesito ver que Ares este bien - fuí volando a los jardines

Al llegar habían muchos bastardos de Zeus extendidos por el suelo, algunos muy malheridos otros ya inconscientes, me adentré más y ví sátiros y ninfas muertas, Ares estaba teniendo problemas de ira, cuando lo encontré estaba matando a los caballos que conducían el carruaje del dios del sol, me acerque pero no me escuchó

- ¡Ares! - le grité pero hacía caso omiso, así que me acerque más, lo abracé un poco aliviada y preocupada a la vez - Ares por favor para esto..... - el no dijo nada, solo me apartó con brusquedad provocando que chocará con una columna, la cual rompí al impactar, la sangre empezó a caer de frente, creo que ya se porque Hebe sangraba, me volví a levantar y me acerque a él porque se estaba yendo - ¡Ares detente! - intenté tocarlo pero me golpeó, caí un poco más lejos que antes

Y así siguió por un tiempo, hasta que hice aparecer mi cetro y me lancé una gran cantidad de rayos a su cuerpo, cayó por un momento, después volvió a levantarse y me miró, su rostro me hizo recordar a Cronos, de una manera lo hizo, me paralice mientras el se acercaba, justo me iba a atacar con su lanza se escuchó otro trueno y se alejó de mí, para seguir su camino hacia algún lugar

Volé al escondite de las moiras, quienes me miraron un poco molestas, lo entendía, allí no podía entrar nadie

- ¿Qué desea la reina del olimpo como para venir a la morada de las tejedoras del destino? - creo que la que habló fue Cloto

- Mi hijo parece estar enojado, ¿Saben algo? - dije seria, después de esto iba a ir a hablar con Zeus

- No podemos hablar del destino de alguien, eso va en contra de las normas existenciales - está si sé que fue Laquésis, jamás la gustó ayudar y menos a mí

Sin más me fui de allí, y me dirigí al templo en dónde los truenos se concentraban, el templo de Afrodita, entre allí y ví a Atenea, Zeus, Afrodita y los gemelos bastardos, me acerque a Zeus un poco molesta, claro está que se dieron cuenta de las heridas y moretones

- ¿Qué te ha pasado? - Zeus me miró con cara de confusión

- ¿Me mentiste en que encerraste a Ares en su templo hace tres días verdad? - lo miré molesta

- ¿Qué? - la favorita de Zeus preguntó sorprendida - ¿No está encerrado? - se acercó a mi

- Eso no te importa - me alejé de ella y mi mirada volvió a Zeus - ¿No tienes nada que decir? -

- Aunque haya salido, no podrá hacernos nada - dijo como si nada

- Yo creo que si fue capaz de hacerme esto, os hará algo peor - me molestaba el hecho de que pensará que estoy mintiendo

- ¿Te hizo eso tu propio hijo? - el dios solar se burló de mí, ya le trataré después, ahora mismo me preocupa Ares

- Iré a verlo - la lechuza salió de aquel templo corriendo, dejando extrañados esos cuatro idiotas

¿ℙ𝕠𝕣 𝕢𝕦é 𝕥𝕖 𝕕𝕖𝕤𝕖𝕠? - 1st -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora