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Afrodita, Diosa del amor sexual y la sensualidad

Estaba viendo a Harmonía hablar con Peito, ya sabía yo que sé llevarían bien, hasta que escuché cómo tocaban la puerta, la fuí a abrir y ví a Ares, le sonreí molesta, ¿Qué quería? Empecé a hacer de manera indirecta que se fuera, pero cuando dijo que quería tener sexo conmigo sonreí, si salía preñada, tendrá que estar conmigo y olvidar a esa diosa virgen, rápidamente lo besé y el correspondió, estaba tan ansiosa de este momento que lo llevé en dónde los erotes trabajan, ninguno estaba allí ya que los mandé muy lejos para que no vieran lo que le estaba haciendo a Eros y Anteros, sentí como sus manos empezaban a tocar mi cuerpo excitándome, pero después se detuvo y yo lo miré molesta

- ¿Qué pasa?¿Por qué te detienes? - él se quedó un rato en silencio haciéndome impacientar - ¿Hablarás? -

- ¿Te gusta que te peguen? - esa pregunta me desconcertó, lo miré sorprendida, ¿A qué se refería? - Te he hecho una pregunta Afrodita - su voz se volvió molesta, y yo también estaba molesta

- ¿A qué viene eso? Pregúntalo más tarde, ahora estamos ocupados mostrando el amor que hace mucho no sentimos - intenté volver a besarlo pero se apartó - ¿Enserio ya vas a empezar? - me moleste, él no dijo nada, solamente se apartó un poco y me dió una cachetada, me sorprendí demasiado, jamás había hecho eso - ¿¡A qué venía eso!? - me levanté indignada

Él no decía nada, me volvió a dar otra y otra, yo ya estaba apunto de llorar, no se suponía que vino hasta aquí por mí, ¿Por qué me hacía esto? Sin darme cuenta estaba en el suelo con un montón de moretones y heridas, ví como se iba, mientras yo empezaba a desmayarme.

Me desperté en mi cama, y al hacerlo me abrazó Harmonia, yo miré a mi alrededor y ví a Peito, Hímero y Potos, Harmonia seguía abrazándome mientras yo acariciaba su cabello

- ¿Qué pasó? - pregunté aunque para mí ya era obvio

- Hímero y Potos te encontraron inconsciente en la zona de trabajo de lo erotes y nos avisaron - Peito me explicó mientras Potos se escondía detrás de Hímero

- ¿Y Eros o Anteros?¿En dónde están esos dos? - necesitaba verlos, iba a descargar mi irá en ellos

- No están - Hímero me respondió con simpleza, yo me acomodé sorprendida mientras alejaba a Harmonia - no los vimos ni están, talvez se fueron, te has vuelto una loca egocéntrica e idiota que no quiere que sus hijos sean felices - voy a matar a este niño, no me hizo falta hablar ya que como si Peito hubiera leído mis pensamientos le dió una bofetada

- No puedes hablar así de nuestra señora y madre, gracias a ella estás vivo y no como otros que ya habrían muerto - Peito estaba molesta, creo que eso me ayudará en un futuro

- No puedes ni tienes derecho a golpear a Hímero - Potos se paró frente a Peito - él tiene razón, su "señora y madre" ya no quiere ver a ningún hijo suyo feliz - Potos también estaba molesto

- Rompieron una regla de los erotes - explicó ella justificándose

- Los erotes no tenemos reglas, obedecemos órdenes que es muy distinto - Hímero volvió a pararse más molesto que antes

- Chicos dejen de pelear, ya buscaremos a Eros y Anteros antes de que les pueda suceder algo - dije aparentando estar calmada

- Como hiciste cuando les fulminaron un rayo - Potos se fue molesto siendo seguido por Hímero

- No te preocupes mamá, talvez papá sepa algo - Harmonia me sonrió y salió de la habitación

- Peito..... - la llamé

- Sé lo que quieres decir mamá, yo misma me encargaré de que vengan, no pueden enamorar a una mujer de Ares y después desaparecer como si nada - habló alejándose - los encontraré y te los traeré - me sonrió y se fue, se va a volver mi hija favorita en un abrir y cerrar de ojos por parte mía

¿ℙ𝕠𝕣 𝕢𝕦é 𝕥𝕖 𝕕𝕖𝕤𝕖𝕠? - 1st -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora