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Afrodita, Diosa del amor sexual y la sensualidad

Todo empezó en esa puta reunión, Zeus encierra a Ares, manda a Atenea a hablar con él, mi hijo, mi único amigo de confianza me traiciona, ¿¡Cómo se atreve a enamorar a esa zorra de mi Ares!? Después de que Zeus fulminará a mi hijo, me fui a Chipre y justo ahora estaba regresando, el Olimpo estaba muy vacío, pensé en ir a visitar a Ares y claro que lo iba a hacer, me dirigí a su templo y justo cuando iba a abrir la puerta escuché voces, conocí la de Ares y Eros

- Mi hijo, ¿Qué tal? - su voz sonaba ronca excitándome

- Estoy bien papá... - ¿Así que Eros volvió? Después hablaré con él

- Bueno Ares, tenemos que irnos, si viene algún dios y sabe que te he visitado, también me castigarán - esa era la voz de Atenea, no estaba segura del todo, pero si segura

- Hasta pronto Atenea, gracias por aceptar cuidar de ellos - ¿¡Atenea!? Eso no lo voy a perdonar, me voy a avisar a Zeus

Fui a mi templo en dónde me recibió Harmonia, hace mucho que no hablaba con ella

- ¿Sucede algo mamá? Te ves molesta - y claro que lo estaba, pero no se lo iba a decir a mi hijita, solo negué con la cabeza y fui en dónde los erotes

- ¿Señora Afrodita? - me llamó Potos, era normal, jamás iba a esa zona - ¿Necesita algo?¿Se ha encontrado a Eros o Anteros? -

- Dile a Himeneo que vaya y diga a Zeus que Atenea y Ares se han quedado viendo cuando no estábamos ninguno - dije molesta

- Pero si no se vie–.....

- ¿¡Estás cuestionando mis palabras!? - grité enojada, el negó rápidamente - Entonces ve y has lo que te he dicho que hagas - asintió y se fue corriendo

Yo me dirigí a mi habitación, en dónde empecé a golpear los cojines y almohadas de allí, salí a pasear un tiempo y cuando regrese había muchos truenos, yo sonreí, Atenea en verdad no sabe de lo que soy, me dirigí al templo de Zeus y Hera en dónde ya estaba un Zeus molesto, me acerque a él

- ¿Estás segura de lo que me dijiste? - los truenos sonaban detrás de él mientras yo asentía, estaba tan feliz - ve a buscar a Ares, dile que que se preparé, el juicio será mañana - volví a asentir mientras salía de allí

Dando saltitos de felicidad me dirigí al templo de Ares, en el cual entre y lo ví sentado leyendo, que raro....Él todavía no se daba cuenta de mi presencia, me acerque a él desde su espalda a paso lento coqueta

- Hola amor - susurré en su oreja para dejar en beso en su cuello, el apartó serio levantándose - ¿Qué pasa?¿No te gusto? - dije burlona - ¿O es que has olvidado que se siente tener a la diosa más bonita de este panteón? - me acerque coqueta a él tocando su torso

- ¿Qué haces aquí? - me preguntó con la voz grave, creo que su voz ha cambiado mucho desde la última vez que hablamos

- Zeus dijo que el juicio será mañana, y yo como buena persona que soy, te he venido a dar una de las mejores noches de tu vida - sonreí acercándome a sus labios, pero él se apartó - ¿Qué haces?

- No estoy de humor Afrodita, Zeus le lanzó un rayo a nuestros hijos y tú estás como si nada - tenía que sacar el tema, no podía guardarlo, bufé mirando a otro lado, ese tema me molestaba

- ¿Y? Si siguen vivos no tenemos de que preocuparnos, además es su culpa, ¿¡Cómo se atreven a enamorar a una hija de Zeus y más una de esas virginales de mierda! - le grité molesta, actuaba como si no le importará yo, solo los hijos que tuvo conmigo

- Atenea es mi hermana y Eros mi hijo, todo fue un malentendido, cosa que tú deberías entender como su madre - él se alejó de allí, yo me fui a mi templo molesta, igual después del juicio, solo me tendría a mi y nadie más

¿ℙ𝕠𝕣 𝕢𝕦é 𝕥𝕖 𝕕𝕖𝕤𝕖𝕠? - 1st -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora