Paul (FINAL)

865 45 33
                                    

Llegamos al local donde Álvaro cantaba y antes de que empezara, le acompañé a una especie de camerino que le tenían preparado.

Como para nuestra suerte nos había dado tiempo a llegar puntuales, estuvimos hablando mientras preparaban todo.

—¿Y ya sabes lo que vas a cantar?—Le pregunté.

—Lo de siempre supongo, y después haré trocitos de peticiones que me hagan.

—¿Te puedo pedir yo una?

—Claro, dímela.

Dudé antes de decírsela, me gustaría que cantase Amapolas porque me recordaba nosotros y para mí era muy especial, pero no sabía si para él significaba lo mismo.

—¿Paul? —Me preguntó preocupado.

—Perdón, se me ha olvidado la canción que te iba a decir.

—¿Ah sí? Pues yo justo te iba a pedir que cantases una canción conmigo, y no me refiero a Exile.

— Entonces, ¿A cuál te refieres?

—A Amapolas, ¿Te gustaría cantarla conmigo?

Sonreí emocionado ante su propuesta, parece ser que no era el único al que esa canción le recordaba a nosotros.

Me sentí tan feliz que me acerqué para abrazarlo mientras le respondía en un susurro.

—No sabes la ilusión que me hace poder cantar esta canción contigo de nuevo.

—Ya es nuestra. —Me respondió.

Nos quedamos así un rato hasta que de repente me entró un poco de sed.

—Voy a por algo de beber, ¿Te apetece algo antes de que te vayas a cantar?

— Sí, por favor.

Álvaro me dijo lo que quería y yo me acerqué a la barra a pedirlas. Una vez allí me atendió un chico muy amable.

—Buenas, ¿Qué quieres?— preguntó.

— Álvaro me ha dicho que le pongas “lo de siempre ”, y para mí una botella de agua.

—¿Eres Paul? ¡Encantado, soy Omar! Álvaro me ha hablado mucho de ti.

—Igualmente. —Le sonreí y me dio las bebidas.

—Supongo que ahora mismo tendréis prisa, así que no te pares. Ya hablaremos.

Me despedí de él y volví con Álvaro el cual estaba llorando cuando entré.

Rápidamente dejé las bebidas en la mesa y me acerqué a darle un abrazo.

—¡Ey! ¿Qué te pasa? — pregunté preocupado.

—He leído tú carta.— Dijo casi en un susurro.

—¿He hecho algo mal? ¿No te ha gustado?

—Al contrario, es lo más bonito y sincero que me han dicho en mi vida. Quédate siempre, por favor.

—No tengo pensado irme, te quiero mucho.

Creo que este había sido uno de los momentos más sinceros que había pasado junto a él. Siempre que pensaba que no había ninguna manera más de demostrar el cariño que nos teníamos, aparecía una situación que me arrebataba esa idea.

Estaba muy feliz porque lo que antes eran dudas ahora eran todo lo contrario, estar con él se sentía como vivir en una nube de la que no quería bajarme, y sentirlo a mi lado solo me hacía ser más fuerte.

Junto a él no solo había aprendido a amar, había aprendido a crecer como persona y a lo que significa que te quieran bien, y puede que el futuro sea incierto, pero ahora mismo en lo único en lo que pensaba era en aprovechar el tiempo con él, y si tenían que venir tormentas, al menos sabría que hice cosas de las que no me arrepiento.

Las palabras que siempre te quise decir | Alvaul / Polvorones Donde viven las historias. Descúbrelo ahora