Carta II

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Vivir con la incertidumbre de no saber que es lo que va a ocurrir es horrible, y más cuando está relacionado con lo que significa la palabra todo para ti.

Sentirse lleno es una sensación que hasta hace poco solo anhelaba conseguir, y ahora que por fin la contemplo, parece que se esfuma entre mis dedos.

¿Estarás para mí si yo te lo pido? Me gustaría pensar que sí, que a pesar de todo estarías a mi lado y me apoyarías, pero hay veces que las preguntas me invaden y al final nunca logro obtener una respuesta.

No quiero que te puedan llegar mis lágrimas, y si alguna vez te llegan espero que al menos te gusten los arcoíris. Porque eso es lo que pasa cuando fusionas la lluvia y el sol. Y tú eres indudablemente el sol.

Puedo sentirme agusto estando solo y decir que me gusta vivir así, pero a la hora de la verdad también me gustaría poner un plato más en mi mesa.

No sé si mi cariño te aporta algo o si gracias a mí has podido ser mejor persona, pero sé que lo que yo soy y he sido gracias a ti no lo cambiaría por nada.

Mirarte a los ojos se siente como la marea del mar, nunca sabes que va a pasar. Y en mi caso, aunque lo intente nunca consigo ver si sientes amor por mí o no.

Me tiene tan confuso que nunca sé si surfear las olas es la mejor opción.

Podría decirte muchas cosas, pero sé que no van a ir más allá de la tinta de mi pluma. Y en verdad es muy triste saber que nunca te voy a poder decir las palabras que siempre te quise decir.

Siempre noto la marea alterada, nunca sé cuál es el momento en el que debería adentrarme en el mar y dejar que me lleve, así que decido esconderme en la orilla.

Siento que me cueste creerme tus acciones, mi intención no es hacerte daño, es solo que no me creo que alguna vez yo pueda ser la primera persona que se te venga a la cabeza.

Aunque ahora estés en la distancia, sigo sintiendo tu mirada posarse en la mía y esa adrenalina que solo me sale cuando estoy contigo.

Mis latidos deseando saber de los tuyos para poder entender todas esas voces de mi cabeza y saber por fin que hacer.

Sé que yo tengo muchas cosas que decirte, pero sé que ahora mismo nos encontramos en una lucha de quien es más cobarde de los dos, y aunque no sepa de tus sentimientos, siento que tú todavía no me has dicho todo lo que me tenías que decir.

¿A qué esperas? Ven hacia mí, ¿No ves cómo me voy derrumbando con cada paso? Necesito una salida y yo quiero que tú seas esa salida.

Las noches se han vuelto heladas de nuevo, y eso que disfruto del frío y del invierno, pero has hecho que me acostumbre al calor, no me lo arrebates ahora.

No te marches, quédate conmigo. Sé que podemos ser invencibles juntos, no tengas miedo a sentir.

Yo estoy al borde de un precipicio y sin embargo decido quedarme contigo, porque tú eres esa cuerda que me sostiene cuando estoy a punto de caer al vacío, y no quiero que se rompa.

No te obligo a quedarte, pero admito que no sería capaz de acercarme a decirte adiós.

Las palabras que siempre te quise decir | Alvaul / Polvorones Donde viven las historias. Descúbrelo ahora