Creo que soy de las pocas personas a las que no le ha molestado que los dúos los haya hecho la profesora, yo por lo menos estoy conforme con mi dúo.
Es cierto que apenas conozco al chico pese a estar en la misma clase, pero creo que puede ser una gran oportunidad para conocer gente nueva. Además, últimamente es en lo único que pienso, así que tendré que aprovecharlo y con suerte a lo mejor quiere ser mi amigo.
Me dirijo a clase mientras hablo con Bea, mi mejor amiga de la cuál me han separado porque dicen que hablamos mucho.
—¿Quién te ha tocado en el dúo? — Le pregunto.
— Me ha tocado con Suzete ¿Y a ti?
—Ay que bien tía, a mí con Paul, no lo conozco mucho, habrá que ver que tal.—Bea empieza a sonreír de manera pícara y yo la miro extrañado.— ¿Qué pasa?
—Nada, nada.— Sigue sonriendo.— Solo que me parece raro que no te hayas quejado como los demás porque te haya tocado el dúo con una persona que apenas conoces.
—Parece buen chico.
—Y lo es, precisamente por eso estoy sonriendo. No habéis ni empezado a trabajar y ya os shippeo.
—¡Bea!— La miré desconcertado.— ¿Puedes dejar de shippearme con cualquier hombre con el que interactúe? Gracias.
—Pero esta vez es diferente, realmente pienso que podéis congeniar muy bien.
Me quedé en silencio pensando en lo que me había dicho, es cierto que Bea era así con ese tema, pero también era cierto que ella lo conocía mejor que yo y que si lo decía sería por algo.
Entramos en la clase y busqué a Paul para sentarme con él. Se supone que debíamos de trabajar juntos ahora ¿no?
Me dirigí hacia donde estaba y en cuanto cruzamos miradas noté un ligero nerviosismo por su parte, pero no le di mucha importancia.
—¿Qué tema crees que nos darán?—Le pregunté para sacar conversación.
—No lo sé.— Hizo una pausa antes de continuar— ¿Cuál te gustaría que te tocase?
—Me encantaría cantar una de Ariana Grande, pero si es un dúo me gustaría más una balada o una canción bailable.
—A mí también me gustaría una balada.— Una sonrisa tímida apareció en su rostro, nunca me había fijado en su sonrisa, era contagiosa.
La profesora comenzó a hablar y todos guardamos silencio.
—Muy bien, cómo ya sabréis vamos a organizar la semana de la música y tenéis tres semanas para prepararos la canción que le he asignado a cada dúo.
¿Tres semanas? Yo era una de esas personas que necesitaba estar seguro del todo para poder cantar una canción tranquilo y no sabía si iba a ser suficiente, sabía que no todos mis compañeros cantaban pero aún así me daba miedo hacerlo mal.
—A parte de trabajar en la canción a nivel vocal también tendréis clases de interpretación con nuestra querida Abril.—Continuó y todos aplaudieron, aunque a muchos de nosotros no les daba clase Abril, todos la adorábamos.— Ahora sí, ir viniendo conforme vaya diciendo vuestros nombres.
Paul y yo esperamos en silencio a que nos llamasen.
Normalmente yo era un chico con la facilidad de hablar con todo el mundo, pero por alguna razón me costaba más hablar con él. Quizá porque él era algo tímido.
—Paul y Álvaro.
La profesora dijo nuestros nombres y ambos nos dirigimos hacia su mesa.
—Bueno, para vosotros os tengo Exile de Taylor Swift y Bon Iver. —Paul sonrió emocionado y yo no pude evitar no hacer lo mismo.— Veo que la conocéis bien ¿Eh? Entonces no creo que tengáis muchos problemas para cantarla. Muy bien chicos, ya os podéis sentar.
Nos sentamos y empezamos a repartirnos las partes que nos tenían marcadas.
—¿Entonces hago yo la voz dos?—Preguntó Paul.
—Si quieres sí.
—Perfecto pues hago esa.
Se volvió a crear un largo silencio entre los dos, sentí que quería decir algo pero no era capaz así que le pregunté.
—¿Querías decir algo más?
—Bueno es solo que supongo que tendremos que quedar para prepararnos la canción.
—Ah sí, es cierto. ¿Quieres mi número de teléfono?
—Y los de la tarjeta de crédito también.
Ambos nos reímos ante su comentario, me alegraba escucharlo bromear porque eso significaba que poco a poco se iba sintiendo más agusto conmigo.
Agarré un bolígrafo y lo tomé del brazo para apuntarle mi número de teléfono ahí. Paul se rió por lo que acababa de hacer.
—Es importante no gastar papel ¿verdad?
—Si, además tú piénsalo, con esto sales ganando el doble porque así no se te olvida mi número y también ayudamos al medioambiente, son todo ventajas.
—Y lo de que haya bolígrafo en mi piel no cuenta ¿no?
—Es mi número, son todo ventajas, no sé de qué te quejas.
—Yo no he dicho lo contrario.
Nos volvimos a sonreír y sentí una sensación agradable en mi interior, como si una lluvia se hubiera parado de repente y comenzase a sentir cada rayo de sol en todas las partes de mi cuerpo.
No tenía ni idea de que era pero no quería que se acabase.
Ya era hora de regresar a casa, todos estaban recogiendo sus cosas y yo no pude evitar fijarme en una libreta que tenía Paul. No parecían apuntes de clase si no más bien como escritos suyos.
Le iba a preguntar pero Bea me llamó para que fuera con ella y solo me despedí de Paul y me fui.
—Nos vemos pronto, que no se te olvide guardar mi número ¿vale?
—No te preocupes por eso.— Me sonrió —Que descanses Álvaro.
Me sentía mal por dejarlo solo dentro, nadie lo estaba esperando ya que Ruslana que era su mejor amiga se había tenido que ir antes de tiempo, y habíamos acabado tarde así que los pasillos estaban completamente desérticos.
Estaba caminando con Bea cuando frené en seco y me di la vuelta, no podía dejarlo solo, yo odiaría que me dejasen solo a mí, no podía hacerle lo mismo.
—¿A dónde vas?—Preguntó Bea.
—A hacer lo correcto.
Continué caminando y justo vi salir a Paul por la puerta con un semblante algo serio.
Estaba mirando para abajo cuando levantó su mirada y se enredó con la mía, fueron unos largos segundos en los que ni siquiera fui capaz de articular una sola palabra.
Seguramente él estaba bastante impactado por verme ahí quieto esperándole, pero no era capaz de decir nada, y él tampoco.
Se acercó a mi lado y lo primero que hice fue agarrarle del brazo y llevarlo conmigo. No era capaz de hablar, pero quería que me entendiera, aunque no sabía ni como mis piernas eran capaces de funcionar.
Bea estaba en la puerta de la salida esperándome y yo seguía agarrando el brazo de Paul, aunque se lo solté en cuanto salimos de ahí.
No habíamos mantenido ninguna conversación en el camino, realmente no siquiera sabía porque había hecho lo que había hecho, era como si perdiera el control de mi cuerpo.
Me iba a ir cuando escuché pasos detrás de mí y noté como alguien me había tirado del brazo.
Antes de que me diera tiempo a reaccionar se acercó a mí y me dió un abrazo mientras me acariciaba la espalda.
—Gracias por esperarme.— Me susurró y con una sonrisa triste se fue dejándome totalmente descolocado.
![](https://img.wattpad.com/cover/358406631-288-k817763.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Las palabras que siempre te quise decir | Alvaul / Polvorones
FanficPaul y Álvaro son compañeros de clase, ambos aparentemente son muy diferentes, pero al parecer no era como ellos pensaban. Paul está enamorado de él desde hace varios años, pero nunca se ha atrevido a intercambiar ni una sola palabra con él. En lug...