-Ya te dije que te amo tal y como eres- 𝗌𝗂𝖾𝗇𝗍𝗈 𝗌𝗎 𝗆𝗂𝗋𝖺𝖽𝖺 𝗉𝖾𝗇𝖾𝗍𝗋𝖺𝗇𝗍𝖾 𝖾𝗇 𝗆𝗂́.
Aún viendo fijo hacia un lugar del parque, suspiró
-Yo.. yo.. ash.. ¿Por qué yo? ¿Por qué me elegiste? Sabiendo que aún no he podido sanar completamente- me giro para verlo y aún me sigue mirando, fijamente.
Su sonrisa se ensancha y se acerca a mi acortando la distancia. Con una de sus manos lleva detras de mi oreja un mechón de mi cabello y acaricia suavemente mi mejilla
-Todo ser humano es perfecta ante los ojos de la persona indicada- mira mis labios y lentamente sube la mirada hacia mis ojos
Esa frase, DIOS MIO ESA FRASE, mis ojos no aguantaron y varias lágrimas recorrieron mi rostro, quería alejarme para que no viera ese lado débil, pero el no dejo que me alejará, levantó mi rostro y seco mis lágrimas, mientras que su otra mano sostenía mi cintura
-Sabes que no me agrada verte llorar- suspira
-Lo sé- suspiro
Lo miro fijamente y no dudo en abrazarlo, el corresponde el abrazo, pero con fuerza.
-Por favor, no te vayas- lo dice tristemente
-Pues debes hacer que cambie de opinión- me alejo un poco para mirarlo fijamente
-Bueno, ya se que haré y no podrás resistirte, señorita Bataglia- besa mi nariz
-Ok señorito Sandoval, quiero ver esa magia que tienes bajo de la manga- sonrió
-Oh bien sûr oui chérie- entrelaza su mano con la mía.
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Todo tiene su Tiempo
Teen FictionDara Isabel Bataglia Berroteran, 22 años. Nacida en Canadá - Toronto, pero por problemas personales se muda a París - Francia. No aguantaba su día a día, desde que sus padres se divorciaron la ansiedad y depresión se apoderaron de ella por completo...
