Capítulo XII

22 2 0
                                    


𝙲𝚊𝚜𝚊 𝚍𝚎 𝚃𝚊𝚝𝚊
𝚂𝚎𝚖𝚊𝚗𝚊: 𝚅𝚒𝚎𝚛𝚗𝚎𝚜
𝙷𝚘𝚛𝚊: 12:28𝚊𝚖.

Todavía no habíamos llegado a casa de Tata, Eliot hizo varias paradas para comprarme comida, dulces y me compro varios jugos para calmarme, mis manos temblaban y sentia mi cara hinchada. Él me había prestado una sudadera ya que levanto los vidrios del auto y encendió el aire.

Eliot aún estaba preocupado por mí, me veía de reojo y acariciaba mi mejilla varias veces, haciéndome entender que no estaba sola y se lo agradecía, le agradecía también por no preguntar quien era Elena y pensar en ella, algunas lágrimas escaparon de mi ojos.

-No llores, me siento mal al verte así- toma mi mano y acaricia mi torso.

-Lo siento, es que..la extraño- susurro.

-¿A ella?- me mira triste.

Deberías contárselo.

Lo miro fijamente y la verdad, con él he sentido paz, tranquilidad y su compañía me confortaba.

Así mismo dijiste con Max.

¡Conciencia cállate!

Él ve que arrugo la nariz.

-Sino quieres seguir tocando el tema, me cayó- sonríe sin ganas.

-Elena era.. mi mejor amiga..

Me mira y detiene el auto lentamente. No apartó la mirada y me sorprendo.

-¿Que pasa?- pregunto confundida.

-Si quieres hablar, te escucharé con atención- me sonríe con labios cerrados.

No me di cuenta que sonreí y mi cara dolía.

-Me encanta cuando sonríes ¿Te he dicho que deberías sonreír más de seguido?- me mira hipnotizado.

-Si, me lo haz dicho- me río bajo -pero puedes seguir conduciendo mientras te cuento, me pongo un poco nerviosa que me mires así- me sonrojo.

-¿Que te mire como? ¿Te pongo nerviosa?- se ríe.

-Basta, arranca ya, me preocupa Tata.

-Deberías contarme eso después, preocupemonos por el bienestar de Tata- lo dice mientras arranca con un poco de velocidad.

-¿Preocupemonos?- pregunto confundida.

-Ayudaré de mi parte, si me lo permites- me mira de reojo.

-Eliot es mucha molestia..

-Dara, lo que se trate de tí, no me molesta, no eres para mí una carga- sonríe mientras mira hacia la carretera.

-Pues de mi parte sí.

-De mi parte no.

Suspiro y sonrio.

-No me digas que no- lloriquea.

-Que dramático, está bien, pero solo..

Me interrumpe.

-Ok, lo que necesite Tata me lo haces saber, buscaré entre cielo, mar y tierra todo lo necesario para ella- dice en un tono de autoridad.

-Vaya nunca conocí ese tono- digo sorprendida.

-¿Cuál?- dice apenado.

Carraspeo.

-Ok, lo que necesite Tata me lo haces saber, buscaré entre cielo, mar y tierra todo lo necesario para ella- repito las mismas palabras que dijo pero en tono varonil, con autoridad.

Todo tiene su TiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora