En un mundo donde los lazos del destino se entrelazan con la oscuridad, Sarvente emerge como una figura enigmática, marcada por su trato con un demonio y las cicatrices de un pasado turbulento.
Con la sombra del remordimiento persiguiéndola, se encu...
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Sarvente recuperó la consciencia. se encontró encerrada en una habitación grande y ominosa, cuyas paredes estaban adornadas con símbolos oscuros y luces parpadeantes. En el centro de la habitación, el Auditor la observaba con una mirada fría, mientras ella se preparaba mentalmente para lo que estaba por venir.
Sarv: ¿Que? ¡¿Ahora que es esto?!
Auditor: solo mira esto.
Las puertas de la habitación se abrieron de par en par, y una serie de figuras grotescas entraron en la habitación, cada una más aterradora que la anterior. Aunque... La primera en aparecer fue un simple vendedor de hot dogs, que se acercó a Sarvente con una sonrisa torcida en el rostro.
Vendedor de hot dogs: ¡Hola, señorita! ¿Le gustaría un delicioso hot dog antes de comenzar la pelea?
Sarv: que...
Vendedor: oh, vamos... Debes tener hambre. Solo uno
Sarv: hm... Tienen veneno ¿verdad?
Vendedor: ay por dios... No. Mi comida es deliciosa y libre de Veneno o cosas extrañas.
Sarv: ...
Sarvente aceptó el hot dog con cautela, sin saber qué esperar de la extraña oferta. Mientras saboreaba el alimento, observaba con precaución a las siguientes tropas que entraban en la habitación, cada una más formidable que la anterior.
La siguiente en aparecer fue una figura encapuchada con una espada reluciente en la mano. Sus ojos brillaban con malicia mientras se acercaba a Sarvente, lista para el combate.
Sarv: ¿huh? ¿Y tú?
?: buena suerte.
Sarvente se preparó para el enfrentamiento, canalizando su poder demoníaco mientras se preparaba para el combate.
El encapuchado se lanzó sobre ella y intento clavarle su espada en el estómago, pero Sarv fue más rápida, esquivando el ataque. Ahí comenzó la batalla entre estos dos
La batalla fue feroz y prolongada, con Sarvente luchando con bastante fuerza para derrotar a su enemigo.
Después de vencer a ese encapuchado, Sarvente se enfrentó a una criatura con tentáculos retorcidos y afiladas garras. Cada golpe era un desafío, pero Sarvente se negó a rendirse.
La batalla continuó durante bastante tiempo, con Sarvente luchando contra una variedad de enemigos, desde soldados armados hasta monstruos mágicos. Cada enfrentamiento era más desafiante que el anterior, aún así Sarv luchó hasta el final.
