𝚉𝚎𝚛𝚘 𝙵𝚊𝚌𝚒𝚕𝚒𝚝𝚒𝚎𝚜 - 𝙲𝚊𝚙𝚒́𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟸𝟸

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~ Horas antes ~

Mientras dejaban a Varelt al cuidado de Nusky.
Sarv, Tomoe y Lexa se adentraron en un bosque envuelto en misterio, a través de un portal creado por Tomoe. El resplandor del portal se desvaneció, dejándolas frente a la exuberante vegetación y las imponentes montañas que se alzaban ante ellas. Con el aire fresco acariciando sus rostros, se prepararon para explorar las profundidades de este lugar en busca de respuestas.

Sarv miró a su alrededor, notando la densidad del bosque y la quietud que lo envolvía. "Es un lugar bastante sombrío", comentó, su voz resonando en el silencio del bosque.

Tomoe asintió, su expresión seria mientras observaba las sombras que se alargaban entre los árboles. "Parece que estamos entrando en territorio desconocido. Tenemos que estar alerta", advirtió, sujetando firmemente su escopeta en preparación para cualquier eventualidad.

Lexa, con su habitual cautela, escudriñó los alrededores con ojos agudos. "No sabemos qué nos espera aquí. Debemos proceder con precaución", dijo, su tono firme indicando su determinación para enfrentar cualquier desafío que se les presentara.

A medida que avanzaban entre los árboles, el bosque parecía cobrar vida a su alrededor. Los sonidos de la naturaleza se intensificaban, creando una sinfonía de susurros y crujidos que parecían hablar en un idioma ancestral.

"Esto es increíble", murmuró Sarv, maravillada por la majestuosidad del bosque. "Parece que cada árbol y cada piedra tiene una historia que contar".

Tomoe sonrió, compartiendo su asombro. "Es como si estuviéramos adentrándonos en un mundo completamente nuevo", dijo, su mirada brillando con emoción ante la aventura que les aguardaba.

Lexa, aunque más reservada, compartía el sentimiento de asombro de sus compañeras. "Tenemos que mantenernos enfocadas en nuestro objetivo", recordó, su voz firme cortando a través del murmullo del bosque. "No podemos permitirnos distraernos por la belleza del entorno".

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Caminaron unos metros más hasta que se encontraron con una cueva enorme que se veía algo extraña. No se veía muy natural, según Tomoe. Entonces decidieron acercarse para revisar.

Al acercarse a la cueva, el dispositivo de Lexa comenzó a emitir un sonido intermitente, indicando que se estaban acercando al objetivo. Sin embargo, ninguna de las tres sabía exactamente qué estaban buscando en ese lugar. Aun así, decidieron entrar en la cueva, movidas por la curiosidad.

El aire se volvía más fresco a medida que se adentraban en la oscuridad de la cueva. Las paredes de piedra rugosa parecían susurrar secretos antiguos mientras avanzaban por pasillos estrechos y túneles serpenteantes. El eco de sus pasos resonaba en la caverna, creando una sensación de misterio y anticipación en el aire.

Sarv miraba a su alrededor con cautela, alerta ante cualquier peligro que pudiera acechar en la penumbra. Tomoe seguía adelante, confiando en sus habilidades mágicas para guiarlas por el laberinto de la cueva. Lexa mantenía el dispositivo en alto, siguiendo las indicaciones que les proporcionaba y manteniéndose atenta a cualquier cambio en el entorno.

A medida que avanzaban, comenzaron a notar señales de actividad reciente en la cueva. Huellas frescas en el suelo, marcas en las paredes y extraños símbolos tallados en la roca sugerían que no estaban solas en ese lugar. La tensión en el aire aumentaba con cada paso, mientras se acercaban al corazón de la cueva.

𝐒𝐚𝐫𝐯𝐞𝐧𝐭𝐞'𝐬 𝐅𝐢𝐧𝐚𝐥 𝐒𝐭𝐨𝐫𝐦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora