En un mundo donde los lazos del destino se entrelazan con la oscuridad, Sarvente emerge como una figura enigmática, marcada por su trato con un demonio y las cicatrices de un pasado turbulento.
Con la sombra del remordimiento persiguiéndola, se encu...
Siempre fue una niña tan buena, gentil, educada... Pero sobre todo, amaba las aventuras. No podía evitar participar en cualquier actividad que le llamara la atención. ... que mal.
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Varelt despertó con el sol filtrándose por las cortinas de su habitación. Con un bostezo y un estiramiento, se levantó de la cama y se dirigió a la cocina, donde el delicioso aroma del arroz con pollo preparado por sus padres llenaba la habitación.
"¡Buenos días, Varelt!" saludó su madre con una sonrisa mientras removía el guiso en la olla.
"Buenos días, mamá. Buenos días, papá", respondió Varelt con entusiasmo, saludando a su padre que estaba cortando algunas verduras.
"¿Cómo dormiste, querida?", preguntó su padre, mirándola con cariño.
"¡Como un tronco! ¿Y ustedes?", respondió Varelt, con una sonrisa pícara.
"Como angelitos, igual que siempre", bromeó su madre, haciendo reír a todos.
Luego de que el almuerzo fué servido, los tres se sentaron a comer mientras charlaban sobre que harían este día.
Después de disfrutar de un almuerzo abundante y animado, Varelt se dirigió a su habitación para prepararse para el día. Mientras buscaba su uniforme escolar en el armario, encontró una vieja foto de su familia en un marco. La miró con cariño, recordando los buenos momentos que habían compartido juntos.
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"¿Estás lista para el día, Varelt?", preguntó su madre mientras ajustaba el nudo de la corbata de su hija.
"¡Listísima, mamá!", respondió Varelt, emocionada por las aventuras que le esperaban en la escuela.
Con un beso de despedida de sus padres, Varelt salió de casa con una sonrisa en el rostro, lista para enfrentar un nuevo día de diversión y aprendizaje.
En el camino a la escuela, se detuvo para saludar a los vecinos y acariciar a los gatos callejeros que solían merodear por el vecindario. Era una niña amable y gentil, siempre dispuesta a hacer sonreír a los demás.
Al llegar a la escuela, se reunió con sus amigos y juntos compartieron risas y anécdotas antes de que sonara la campana para comenzar las clases. Durante el día, Varelt demostró ser una estudiante aplicada y curiosa, participando activamente en todas las actividades escolares y mostrando un interés genuino por aprender.
