𝐒𝐨𝐦𝐞𝐰𝐡𝐞𝐫𝐞 𝐢𝐧 𝐍𝐞𝐯𝐚𝐝𝐚: 𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟐

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Sarvente despertó lentamente, su cabeza zumbaba y su cuerpo adolorido. Al abrir los ojos, se encontró en una habitación algo grande completamente oscura y fría, rodeada de barriles oxidados y otros objetos. Se incorporó con dificultad, sintiendo el peso de la opresión que colgaba en el aire.

Sarv: ¿Dónde estoy...? ¿Qué ha pasado?

Demonio: (con tono burlón) ¿Dónde crees que estás, Sarvente? Parece que tu última escapada no salió según lo planeado.

Sarvente frunció el ceño al escuchar la voz del demonio en su cabeza. Sabía que estaba en problemas cuando el demonio comenzaba a hablarle de esa manera.

Sarv: No es momento para tus comentarios sarcásticos, demonio. Necesito encontrar una forma de salir de aquí.

Demonio: (con desdén) Siempre actuando sin pensar, ¿verdad? Te dejaste atrapar como una novata.

Sarvente apretó los puños, luchando contra el impulso de golpear las paredes de la celda. No necesitaba que el demonio le recordara su error; ya se sentía bastante mal consigo misma.

Sarv: (entre dientes) Cállate. Necesito concentrarme para encontrar una salida de aquí.

Demonio: (condescendiente) Si tan solo hubieras escuchado mis consejos en lugar de actuar impulsivamente, tal vez no estarías en esta situación.

Sarvente sabía que el demonio tenía razón en cierto sentido, pero no estaba de humor para admitirlo en ese momento. En cambio, se concentró en buscar cualquier indicio de una salida de la celda.

Sarv: (frustrada) No puedo quedarme aquí. Necesito encontrar una manera de escapar y ayudar a Tomoe.

Mientras tanto, fuera de las paredes de la prisión, Tomoe comenzaba a preocuparse al ver que Sarvente no regresaba a casa. Cada minuto que pasaba sin noticias de su amiga aumentaba su inquietud y ansiedad.

Tomoe: (frunciendo el ceño) Sarvente nunca se demora tanto en volver a casa... algo no está bien.

Justo en ese momento, el dispositivo de comunicación de Tomoe emitió un destello, indicando un mensaje entrante. Al revisarlo, descubrió que era un mensaje urgente de Kyubey, el aliado mágico de su equipo.

Mensaje de Kyubey: "Tomoe, tu amiga Sarvente ha sido atrapada por el Auditor. Debes actuar rápido para rescatarla. La prisión de Nevada es el lugar donde la retienen. ¡Buena suerte!"

Con el corazón latiendo, Tomoe se puso en marcha de inmediato. Reunió a su alianza de confianza, incluida Lexa, y se dirigió a su base de operaciones ubicada en Rusia para trazar un plan.

En su base, Tomoe se reunió con sus aliados, explicando la situación y la importancia de rescatar a Sarvente. Cada uno de ellos expresó su determinación de ayudar en cualquier forma posible.

Tomoe: (con voz firme) Sarvente nos necesita. No podemos fallarle ahora.

Lexa, aunque generalmente más despreocupada, mostraba demasiado interés cuando se trataba de Sarvente.

Lexa: (con determinación) No me importa lo que tengamos que enfrentar. Haré cualquier cosa por Sarvente.

Tomoe asintió, agradecida por el apoyo de su amiga. Con sus aliados reunidos (ellas y 3 personas más.)
Tomoe lideró a su equipo hacia la prisión de Nevada, listos para enfrentarse a cualquier desafío que se interpusiera en su camino.

Tomoe: (gritando) ¡Sarvente, aguanta! ¡Pronto te sacaremos de aquí!

El tiempo corría en su contra, pero Tomoe estaba decidida a encontrar a Sarvente y llevarla de vuelta a salvo a casa.

En las sombras, el Auditor observaba con satisfacción mientras Sarvente permanecía encarcelada, ajena a los planes de rescate que se gestaban en el exterior. Una sonrisa malévola se dibujó en su rostro, anticipando el enfrentamiento que estaba por venir.

Justo cuando Tomoe y su alianza se acercaban a la prisión, un grupo de guardias salió a su encuentro, listos para detener su avance. Sin vacilar, Tomoe y la alianza se prepararon para la batalla, desatando sus habilidades mágicas y lanzándose contra los guardias con ferocidad.

Cada golpe y hechizo lanzado resonaba en el aire, creando un caos frenético mientras luchaban por abrirse camino hacia el interior de la prisión. La magia estallaba a su alrededor, iluminando la oscuridad con destellos brillantes de poder.

Con cada guardia derrotado, Tomoe y su alianza se acercaban más a su objetivo: rescatar a Sarvente y enfrentarse al Auditor. La batalla estaba lejos de terminar, pero su determinación era inquebrantable mientras continuaban luchando por la libertad de su amiga.

Finalmente, después de una intensa lucha, Tomoe y sus aliados lograron abrirse paso hasta la celda donde se suponía que Sarvente estaba detenida. Pero al abrir la puerta, descubrieron que la celda estaba vacía.

Tomoe: (con incredulidad) ¿Dónde está Sarvente...?

En ese momento, una trampa preparada por el Auditor se activó repentinamente, atrapando a Tomoe en una jaula mágica. Con horror, se dio cuenta de que había caído en una trampa mortal.

Tomoe: ¡Maldición! ¡Esto no puede estar pasando!

Mientras tanto, los otros aliados de Tomoe miraban con horror la trampa que había atrapado a su líder. Intentaron liberarla con sus poderes mágicos, pero la jaula resistía sus esfuerzos.

Lexa: ¡No podemos dejarla así! ¡Tenemos que hacer algo!

Desafortunadamente, todos sus intentos de liberar a Tomoe fueron en vano. La jaula mágica seguía resistiendo, y el tiempo se agotaba mientras Sarvente seguía atrapada en algún lugar desconocido.

 La jaula mágica seguía resistiendo, y el tiempo se agotaba mientras Sarvente seguía atrapada en algún lugar desconocido

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Fin del capítulo.

𝐒𝐚𝐫𝐯𝐞𝐧𝐭𝐞'𝐬 𝐅𝐢𝐧𝐚𝐥 𝐒𝐭𝐨𝐫𝐦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora