Capítulo 1

32 3 2
                                    

Mi madre estaba muy alterada aquella mañana. Me había despertado antes de que mi despertador tuviese oportunidad. Reconozco que estaba nerviosa, tenía una reunión muy importante con el comité y la junta de guerra. Enzo y ella habían colaborado durante casi un año liderando la ciudad de Cassiopeia, siempre respetando a los ciudadanos y sus respectivos deseos.

Conocía tan bien a mi madre que tuve que aguantar la risa cuando la sorprendí delante de su gran espejo, el cual llevaba años en la familia, de marco caoba y tallado con hojas y flores carnosas por todo los rieles. No paraba de repetir una y otra vez su discurso sobre su candidatura para presidir el próximo año la ciudad.

—Grace, ¿qué te hace tanta gracia? —me preguntó estirando su falda color índigo a juego con su americana.

Sus ojos marrones, los cuales había heredado, me miraron esperando una respuesta rápida. Aquella mañana se había recogido su melena castaña en un moño bajo dejando unos mechones ondulados a ambos lados de su rostro acentuando su cara ovalada y piel madura. Su musculatura siempre había sido gruesa, había sido una de las mejores militares de la ciudad, aunque ya no se dedicara plenamente al arte de la guerra, seguía siendo un ejemplo a seguir.

El elegante traje que había escogido para la reunión le sentaba como un guante, lo conjuntaba con una blusa blanca y unos zapatos con un pequeño tacón cuadrado.

—Lo harás genial —afirmé sonriendo al verla tan nerviosa.

—No sé que haría sin ti, mi vida.

Se acercó, me dio un beso en la frente y salió taconeando hacia el ascensor que conectaba nuestro apartamento con la salida del edificio.

Mi madre había trabajado para el ejército de Cassiopeia durante muchos años, este último le habían ascendido a general. Con ese puesto lideró Cassiopeia justo después del fin del liderazgo de Krumm. Cassiopeia había sido un lugar tranquilo y apacible durante los últimos meses. Ciudadanos y terráqueos habían convivido en armonía hasta que el Doctor Krumm acabó con la vida de Lauren. Aquella pobre chica murió en la boda de su hermana, una mujer que se había hecho muy conocida en la ciudad a pesar de su insistencia por pasar desaparecida. Nunca había intercambiado palabra alguna con ella, pero de vez en cuando la veía junto a mi madre y el ejército. Emma, así se llamaba, era un soldado como otro cualquiera a pesar de haber demostrado tener cualidades para llegar mucho más alto.

Entré en el baño para echarme agua fresca sobre la cara y poder peinarme un poco antes de salir por la puerta. Helena, mi mejor amiga, me esperaba en el parque de las rosas blancas en menos de media hora. Miré mi reloj digital que llevaba en la muñeca, llegaba tarde, como siempre. Agarré una camisa blanca larga a modo de vestido, un cinturón corsé color crema de polipiel y unas botas altas del mismo color. A pesar de que ya no era obligatorio llevar ropa blanca o de colores claros, como se imponía hacía un año atrás, no había tenido tiempo de cambiar mi fondo de armario. Además me gustaba. Toda mi vida había vestido así y se me hacía difícil cambiar de la noche a la mañana.

Finalmente llegué al parque donde mi amiga me esperaba sentada en uno de los bancos de piedra que decoraban el jardín. Hacía una semana que no la veía, había estado demasiado distraída configurando unos nuevos drones en el laboratorio donde trabajaba.

Helena Walker siempre había sido la niña mimada de sus padres, tenía un linaje proveniente de la realeza y nos lo recordaba cada vez que tenía ocasión. Cuando íbamos al instituto no había chico que no se rindiera a sus pies. Habíamos sido amigas desde que apenas comenzamos a caminar, nuestros padres habían colaborado en diversos asuntos y su nana Hilda, nos había cuidado cuando no teníamos ningún adulto que nos supervisara. Hilda había sido como una madre para Helena. No recuerdo haber coincidido con sus padres mucho, en cambio Hilda siempre había estado ahí para nosotras con un vaso de bebida de avena y unas galletas de jengibre, las favoritas de Helena.

CASSIOPEIA CIUDAD DE CRISTAL Parte 2  -COMPLETA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora