Cap 4. "Yo no soy tu Reina"

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Rukia miraba fijamente a Blanco, estaba decidida a descubrir por qué Ichigo le permitía poseer su cuerpo pero tampoco quería lastimarlo así que decidió idear una estrategia para su cometido.

Blanco por su parte seguía riendo y esperando el momento para defenderse de los ataques de su Reina pero lógicamente el sabía que no debía lastimarla y tampoco quería hacerlo pero si debía aplicar la fuerza para obtener la felicidad del Rey nuevamente y así dejara de llover de una maldita vez en su mundo interior, lo haría.

-Baila, Sode no Shirayuki- dijo Rukia liberando su Shikai, y al instante su Zanpakutō crece y se convierte en una bella katana de un blanco inmaculado y de forma estilizada lleva un lazo color blanco bajo la empuñadura.

Blanco queda completamente embelesado por la belleza de la Zanpakutō y eso lo distrae del posterior ataque de Rukia -Primera danza, Luna Blanca- canta Rukia, el espacio donde se encontraba Blanco comienza a brillar bajo sus pies y saliendo de su ensimasmiento alcanza a evitar el ser congelado, aunque claro Rukia no tenía pensando congelarlo completamente pero sí inmovilizarlo.

-Gijiji, estoy asombrado... es la primera vez que tengo el honor de ver una Zanpakutō tan bella- los ojos le brillaban de tal forma mostrando su éxtasis por poder enfrentarse a un poder increíble, por qué incluso el podia darse cuenta de las habilidades de esa Zanpakutō. Rukia rechisto -Tch, sin duda eres Ichigo en cuerpo... pero no tienes su alma ¡Ichigo! ¿De verdad dejaras que este ser te humille perdiendo contra mi? ¡¡¡REACCIONA DE UNA MALDITA VEZ!!!-

Estaba desesperada por qué si seguía atacando con todo lo que tenía realmente lo dañaría, necesitaba que Ichigo tomara el control pronto.

Rukia suspirando siguio con su estrategia lo más que pudo con sumo cuidado, clavando su espada en el piso cantó -Juhaku- y en segundos se comenzó a crear un camino de hielo hasta llegar a los pies de Blanco el cual reaccionó tarde y logró quedarse atrapado de los pies, Rukia había desactivado el poder de su Shikai a tiempo para no seguir congelando su cuerpo. Acercándose a él dijo

-lo siento, no tengo idea de por qué estás aquí, no lo he podido descubrir... Por eso exijo que me digas ¿QUE ES LO QUE A SUCEDIDO?- Rukia lo miraba fijamente mientras apuntaba su espada a su corazón, grave error pues Blanco sabía que ella sería incapaz de arrebatarle la vida a Ichigo.

Rukia se había confiado, Blanco no la había atacado ni un poco, solo esquivaba o intentaba esquivar sus ataques algo de lo que Rukia ya se había percatado y concluyo que Ichigo no le permitía hacerle daño a sus amigos.

-VAMOS, no me digas que es todo el potencial que puedes sacar de esta maravillosa y perfecta Zanpakutō...- dijo Blanco burlándose.

Rukia frunció el seño, la voz de Blanco sonaba confiada pese a la situación en la que estaba, de repente un riatsu enorme cubrió el cuerpo de Blanco haciendo que el hielo que lo mantenía atrapado de los pies se rompiera liberandolo. Rukia salto hacia atrás por impulso, pensaba en otra manera de acorralar a Blanco pero fue tarde él la había tomado por los hombros y la había acorralado en la pared más cercana.

Rukia luchaba por liberarse pero Blanco era más fuerte y su riatsu más imponente.

-Vaya, vaya gijiji parece que no podré presenciar el Bankai más hermoso de todos... Es una lastima que no quieras dañar al Rey, pero eso es bueno en parte por qué yo tampoco debo dañarte giji- dijo Blanco acercando su rostro al de Rukia, ella contesto con un grito -¡REACCIONA DE UNA MALDITA VEZ, ICHIGO!- Los gritos de Rukia no eran por temor a Blanco, sino por que tenía un mal presentimiento.

Si Ichigo no tomaba el control, sucedería algo parecido a aquello que sucedió hace muchos años entre ellos.

Rukia se esforzó por hacer aun lado esos pensamientos y mantener su entereza en esa difícil situación en la que estaba -¿Que pasa? Gijiji ¿Es que tanto miedo doy...? No, no es eso...- dijo blanco mientras sonría socarronamente.

B L A N C ODonde viven las historias. Descúbrelo ahora