Pasaron 10 años de aquel día, cuando Yhwach misteriosamente se desvaneció y todo rastro de su riatsu no se volvió a presenciar pero Ichigo seguia con la incertidumbre, sin embargo continuo su vida.
En el transcurso de ese tiempo Ichigo termino sus estudios de preparatoria en el mundo humano y después aceptó la invitación de Kyoraku a permanecer una temporada en la sociedad de almas.
En ese tiempo Ichigo consiguió entrar en la academia shinigami una vez el sereitei fue reconstruido.
Más de una vez le habían ofrecido el puesto de vice-capitan o tercero al mando pero el rechazaba amablemente pues no consideraba tener la preparación necesaria para esos puestos, pese a su enorme poder sabía que si quería ocupar algún día alguno de ellos necesitaba empezar como todos lo habían hecho y ganar ese puesto, para eso recurrió a Rukia con quién tenía la misma relación que antes con la diferencia que ahora era más honesto con sus sentimientos.
Aunque la vida que llevo alguna vez poco a poco fue siendo más borrosa en su memoria lo que jamás olvidaría sería el día que su hijo nació y sus sentimientos por Rukia que en ese momento eran más que obvios para el después de todo lo acontecido para poder estar viviendo el ahora.
Pero está vez Ichigo decidió priorizar su felicidad, de ambos.
El sabia que Rukia sentía lo mismo por el, pero Rukia para este momento no lo había admitido ni para sí misma y al ser diferentes las circunstancias quizá su relación sería aún más tardada de formalizar.
Ichigo sabía que Rukia estaba concentrada en su resien nombramiento de Capitána pero también pensaba que quizá ya había esperado mucho tiempo, el deseaba poder estar con ella.
Cuando se le quedaba viendo desde lejos no podía evitar pensar en el aspecto que tenían Kazui e Ichika y se los imaginaba como hijos suyos en el futuro pero ahora con las características de ambos.
Ichigo rápidamente logró graduarse de la academia, siempre fue muy aplicado y esto no sería la excepción aunque había mucho que desconocía pero con ayuda de Rukia y los demás fue pan comido.
Ichigo tenía solo dos opciones para incorporarse a las filas de un escuadrón, el primero o el treceavo pues eran los únicos con cupos disponibles para reclutas.
A pesar de lo obvia que era su respuesta eligió la primera división.
Con el tiempo Ichigo decidió quedarse permanentemente en la sociedad de almas y aunque extrañaría mucho a sus hermanas, padre y amigos siempre podría ir a visitarlos, después de todo aún seguía vivo y aunque no lo estuviera igual podría.
Una mañana Rukia se dirigió al Senkaimon, se imagino que Ichigo se marcharia por alguna emergencia al mundo humano y quería despedirse de ella, el la había citado.
-Ah, llegaste Rukia- la saludo Ichigo.
-Si.- dijo sin más Rukia.
-¿Recuerdas este lugar?- comento Ichigo mirando aquel sitio que una vez hizo pedazos.
-¿Cómo podría olvidarlo? Me lánzate desde esa altura- dijo con ironía Rukia.
-¡Vamos, no lo digas así! En mi defensa tenía que mantenerte segura- dijo Ichigo nervioso y rascando su nuca como siempre.
-¡Claro! ¿Y esa fue la mejor forma que se te ocurrió?- dijo Rukia de vuelta.
Su conversación terminó siendo una mini discusión, lo normal en ellos.
-Bien bien, lo admito no fue mi mejor idea ¿De acuerdo?, lo siento Rukia- soltó de repente Ichigo, las disculpas y eso no eran su fuerte pero lo estaba intentado.
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B L A N C O
FanfictionPoco más de 20 años despues de la batalla contra los Quincys, Kurosaki Ichigo vive en aparente paz en la ciudad de Karakura, ahora está casado y tiene un familia pero algo en su interior sabe que no es verdaderamente feliz como quisiera, constanteme...