Rukia bajaba las escaleras con parsimonia, con una elegancia y serenidad digna de un miembro del clan Kuchiki.
Ichigo la observaba completamente anonadado por su belleza, tenía un bonito vestido largo color blanco de tirantes que marcaba cada curva que enloquecía al Shinigami Sustituto, era de lo más sencillo pero hermoso, no traía velo solo una hermosa flor blanca que adornaba su cabello suelto detrás de la oreja.
Ichigo no pudo evitar recordar aquel día que se volvieron a encontrar después de muchos años de no verse, fue el día más feliz de su vida y este día no era la excepción aunque... algo faltaba, sabía que podía ser más feliz aún, ella era su felicidad pero tal y como le había dicho quería hacerla feliz y sabía que podía hacerla más feliz que ahora, daría todo para que ello fuera así.
Rukia veía la mirada de Ichigo hacia ella. Lucia muy apuesto y solo llevaba una camisa blanca sin corbata y un pantalón color beige, Kurosaki Ichigo se pudiera poner hasta estropajos y se vería bien a los ojos de Rukia siempre pensó eso pero obviamente jamás lo diria. Su cabello estaba ligeramente peinado sin dejar de lado sus característicos mechones alborotados en ese cabellera naranja que tanto le encantaba mirar.
Los ojos de ambos se encontraron y sus miradas transmitían todo lo que no decían, como siempre.
Rukia llegó hasta Ichigo y el la tomo de la mano, se giraron hacia la mesita de la cocina que se había adecuado para que una juez celebrará la ceremonia.
Todo estaba transcurriendo inusualmente bien, todos los tenientes y capitanes que se encontraban ahí pese a estar felices por la pareja estaban en guardia, sabían que tenían que estar preparados sobre todo por que estaban en el mundo humano dónde ya se había avistado la presencia de Yhwach anteriormente.
-Rukia-chan se ve tan hermosa y feliz... Pero no entiendo por qué no sentimos ningún presencia aún...- decía una aburrida Rangiku.
Lo cierto es que al aún no haber concluido la ceremonia tenían que estar en guardia y no se les permitía beber ninguna bebida alcohólica a los Shinigamis presentes.
-¡Matsumoto, comportate!- Hitsugaya regañaba a su teniente.
-Oigan... ¿Algo malo tenía que ocurrir? Siento que eso es lo que esperan todos. Ichi-ni está viviendo el día más feliz de su vida y pensar que algo puede arruinar este momento... me da mucho impotencia... ¡Así que por favor por lo menos díganme!- dijo Karin acercándose a Rangiku y Hitsugaya.
-Tranquila Karin, estamos aquí para defenderlos a todos. No tienes nada de que preocuparte... de verdad.- Hitsugaya se había acercando a Karin y había puesto su mano en su cabeza para consolarla.
Rangiku los observaba enternecida pues su Capitán no era alguien que se preocupara por los sentimientos de los demás y ahora mismo estaba demostrando preocupación por Karin Kurosaki además que por lo recto y estricto con las reglas que era nunca llamaba a personas no cercanas por sus nombres sino por sus apellidos y este no estaba siendo el caso -¿Acaso ya se conocían?- Pensaba curiosa Rangiku.
-...Los declaró Marido y Mujer, puede besar a la novia- dijo la juez después de firmar todos los documentos correspondientes.
Ichigo y Rukia se dieron el beso más esperado en toda su vida, y posteriormente todos aplaudieron.
La escena seguía siendo encantadora pero no había rastro de Yhwach por ningún lado, resultando ser demasiado extraño.
-Algo está ocasionando este resultado no esperado... mmm ¿Que podría ser?- decía el Capitán Comandante Kyoraku.
-No importa, si Yhwach no va a aparecer ahora es algo bueno Capitán Comandante Kyoraku.- Byakuya se había dirigido a su superior en una muy sutil forma de pedir permitir a los amigos Shinigami de la pareja disfrutar el momento, es decir ordenar bajar la guardia y así lo hizo Kyoraku.
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B L A N C O
FanfictionPoco más de 20 años despues de la batalla contra los Quincys, Kurosaki Ichigo vive en aparente paz en la ciudad de Karakura, ahora está casado y tiene un familia pero algo en su interior sabe que no es verdaderamente feliz como quisiera, constanteme...