Capítulo 3

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La cámara se mueve y se muestra a Harry todavía durmiendo. Luego una luz se enciende fuera de su armario debajo de las escaleras.

– ¡¿QUÉ?! – exclamaron sorprendidos todos en el comedor.

– ¡¿QUE POTTER VIVÍA DONDE?!

– ¡No es posible que el viviera así!

– ¡¿Por qué en nombre de Merlín, me ahijado está ahí?! – exclama Sirius.

– ¡¿Un armario?! – exclamó furiosa Adhara llamando la atención de varios, que se asustaron al ver sus ojos brillar en dorado – ¡¿Por qué demonios no me dijiste que esas escorias te hacían dormir en un armario debajo de las escaleras?! – le preguntó al chico Potter.

– No le vi la importancia en decírtelo. – dijo el chico tratando de no enojar más a la chica de la casa de las serpientes.

– ¿Que no le viste importancia? – repitió la chica mirándole fijamente haciendo que se pusiera nervioso. – Papá- – la chica iba a seguir, pero su padre la interrumpió.

– No. – respondió Anthony inmediatamente, sabiendo lo que quería su hija – No es no, Adhara Hera Campbell Max – dijo al ver como la joven iba a replicar.

– ¡¿Cómo pudiste no decirme nada de esto, Dumbledore?!  – le reclama Minerva al director.

– No tenía conocimiento sobre esto. – respondió el director, llevándose miradas incrédulas de todos.

Amelia Bones solo pudo escribir rápidamente todo en una libreta, que había sacado desde que inició la película, molesta.

– ¡Arriba! – grita la tía de Harry, Petunia – ¡Levántate! – llama a la puerta del armario repetidamente – ¡Ahora! – golpea la puerta del armario, para luego entrar en la sala de estar.

– Pero ¡¿cómo esa mujer puede tratar a un niño así?!  – reclama Rebekah.

– A alguien se le va adelantar su hora de visitar el tártaro. – dijo en voz baja la reina de las serpientes de una forma fría, siendo escuchada por los sobrenaturales.

Harry se despierta, enciende la luz de su dormitorio y se coloca las gafas con cinta en el puente, lo que indicaba que estaba parcialmente dañado.

– Mejor que no digas nada. – le dijo Blaise a su amiga, que tenía una mirada asesina – Tu mirada ya dice todo.

– Tu y yo tendremos una conversación muy seria luego de esto, Potter. – sentenció la chica mirando a Harry, quien tragó saliva, nervioso.

Por otro lado, Hermione, Ron y Ginebra miraban la interacción del chico dorado y la reina de Slytherin, confundidos por la forma en la que actuaban.

Un niño grande y regordete, Dudley Dursley, de repente baja corriendo las escaleras por encima del armario. Se detiene a mitad de camino y retrocede, saltando en la escalera.

– ¡Despierta, primo!  – dijo el niño – ¡Nos vamos al zoológico!

Harry miró hacia las uniones de las escaleras con pequeñas cantidades de polvos levantándose. Dudley se ríe, baja las escaleras y corre hacia la cocina.

– Eso es un cerdo con peluca. – dijo Blaise mirando con desagrado a Dudley.

– Esa morsa no me agrada. – dijo Kol.

– Ni a ti, ni a nadie. – afirma Adhara mirando mal al niño de la pantalla.

Harry intenta salir del armario, pero Dudley le empuja hacia adentro. Petunia está en la cocina, donde se ha ido Dudley.

La hija perdida de Klaus Mikaelson (Watching the movie HPxTOxTVD)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora