Capítulo 1

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Cuando la pantalla se volvió a encender, lo primero que apareció fue una fecha: Nueva Orleans, 3 de julio de 1999. Esa fecha provocó un profundo pesar en un pequeño grupo de magos.

– ¿Nueva Orleans? – preguntó Davina, con el ceño fruncido, confundida por la escena que se desarrollaba en su hogar.

– No, por favor, no. – suplicó Adhara en un susurro, su voz temblando al ver la fecha.

Thomas, que estaba sentado junto a su padre, se levantó de un salto y corrió hacia su hermana, abrazándola con fuerza. Ella seguía murmurando lo mismo, repitiendo las palabras como un mantra, lo que atrajo la atención de los vampiros.

– ¿Qué le pasa? – murmuró Kol, con preocupación en su mirada, sin apartar los ojos de Adhara.

– No lo sé. – respondió Klaus, inquieto, observando a los hermanos Campbell. – Pero no presiento nada bueno.

La pantalla brilló y mostró un prado cubierto de flores silvestres, donde el sol iluminaba suavemente el paisaje. En el centro, una versión más joven de Adhara jugaba con una figura de luz, un dragón resplandeciente. La niña estaba acompañada por una mujer que la observaba con una sonrisa llena de amor, sintiendo la calidez del momento cada vez que la pequeña reía.

– Lyra. – murmuró Anthony, la nostalgia reflejada en su rostro.

– ¡¿Por qué demonios estoy viendo un dragón de luz?! – exclamó Damon, sorprendido, sus ojos abiertos de par en par.

– Es un Patronus. – explicó un Ravenclaw de séptimo año, asombrado por la belleza del Patronus.

– ¡Mamá, ven! – llamó la niña, corriendo con una sonrisa radiante detrás del Patronus.

La mujer no era otra que Lyra Vega Campbell, de soltera Max, la esposa de Anthony y la madre de Adhara.

– ¿Ella es la mamá? – preguntó Klaus, admirando la imagen en la pantalla. – Es hermosa. Adhara se parece mucho a ella, aunque tiene algunos rasgos de Anthony. En cambio, Thomas se asemeja más a Anthony.

– Y también a ti, ¿no es así? – comentó Kol, sonriendo de manera traviesa.

– Kol. – llamó la atención Elijah, frunciendo el ceño. – Ya lo hablamos. – dijo, intentando cerrar el tema.

– Saben que tengo razón. – insistió Kol, cruzando los brazos y mirando desafiante a sus hermanos.

– Sin pruebas, no creeremos nada. – le respondió Elijah, manteniendo su postura.

– Pero, ¡¿qué más pruebas quieren?! – discutió Kol, alzando la voz y captando la atención de todos. – ¡Los dos son idénticos a Nik! ¡Precisamente el chico!

– Hablaremos de eso después. – concluyó Freya, con un gesto firme, haciendo que Kol se cruzara de brazos, visiblemente frustrado con sus hermanos.

– ¡Cariño, espera! – dijo la mujer con una sonrisa, mirando a su hija con ternura.

De pronto, su sonrisa se desvaneció al sentir cómo una tensión ominosa comenzaba a llenar el ambiente. En la distancia, un grupo de más de veinte mujeres apareció, avanzando con una presencia amenazante. Un escalofrío recorrió la espalda de Lyra ante la inminente amenaza.

– Tengo un mal presentimiento. – le susurró Ian a su hermana, mientras observaba a su reina sollozando en el hombro de su hermano.

– ¡Hera, ven aquí, ahora! – ordenó Lyra a la niña con una voz firme y decidida.

Al escuchar su segundo nombre, la niña se acercó de inmediato a su madre, su rostro reflejando preocupación.

– ¿Quiénes son? – preguntó Lyra, desafiando al grupo de mujeres que comenzaba a rodearlas. – ¿Qué quieren?

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⏰ Última actualización: Oct 27 ⏰

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La hija perdida de Klaus Mikaelson (Watching the movie HPxTOxTVD)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora