Capítulo 14

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A la mañana siguiente, todas las serpientes se encontraban en su mesa, desayunando con entusiasmo.

– ¡Hoy es el partido! – exclamó emocionado Blaise, sus ojos brillando con anticipación. – ¡Quiero un buen partido de Quidditch! – dijo señalando a Pucey, quien asintió con una sonrisa amplia.

– ¡Por fin! – gritó Damon alzando las manos al aire, su rostro iluminado por la emoción. – ¡Ya era hora de que apareciera el dichoso partido!

– Es el clásico. – comentó Theo, mirando a su alrededor con una sonrisa de complicidad. – Slytherin vs Gryffindor.

– ¡Ohhh! ¡Ya quiero verlo! – exclamó Kol, su risa contagiosa resonando en la mesa.

– Ya vi de quién sacaste esa sonrisa. – le susurró Tony a su hija, mientras ambos observaban a Kol con una mezcla de diversión y curiosidad.

– Soy el karma de papá. – se rió Adhara, disfrutando del momento. – No me quiero imaginar su reacción cuando lo descubra.

Marcel, que había escuchado lo dicho por los dos Campbell, se paralizó. Había notado las similitudes de la chica con el hombre a quien consideraba un padre y el hermano menor de este. Su mente comenzaba a divagar en recuerdos.

– ¿Marcel, qué pasa? – cuestionó Davina al notar el semblante preocupado del vampiro.

– Después te cuento. – respondió el moreno, bajando la voz. – Aquí hay muchos oídos.

– ¿Oigan, se enteraron de lo que sucedió anoche? – dijo Pansy, apareciendo al lado de Theo con una expresión intrigante.

– Uh, un chisme. – dijo Blaise frotándose las manos, ansioso por escuchar. – Cuenta, cuenta.

– Al parecer, los que detuvieron al troll ayer fueron Potter y Weasley menor. – informó la chica, dejando caer la noticia como una bomba.

– ¿Qué? – exclamaron varias serpientes, sus ojos abiertos de sorpresa.

– Al parecer, la sangre sucia… d-digo, Granger – corrigió al ver la mirada fulminante que le envió Adhara. – Estaba en el baño llorando y no sabía lo del troll. Potter y Weasley la fueron a buscar y terminaron derrotando al troll.

– ¿Me defendiste? – preguntó Hermione, sorprendida al ver cómo Pansy se retractó de su comentario.

– Oh no, Darling. – le respondió Hera con un tono suave pero firme. – Solo no me gusta que mis serpientes insulten a los demás, más si están en un lugar público donde cualquiera puede escucharlo.

– Eso tiene más sentido. – dijo Neville, asintiendo con la cabeza.

– Bueno, nada de eso hubiera pasado si Weasley no la hubiera insultado. – se encogió de hombros Adhara, con una mirada crítica.

– Ella tiene razón. – señaló Lizzy, mirando a sus compañeros con seriedad.

La cámara rota para enfocar al trío de oro que está sentado, comiendo en la mesa de Gryffindor. Harry hace girar la comida en un tenedor, visiblemente distraído.

– Toma una tostada. – le dijo Ron, empujando un plato hacia él.

– Ron tiene razón – intervino Hermione, con una expresión de preocupación. – Hoy vas a necesitar fuerzas.

– Pero no tengo hambre. – respondió Harry, con un suspiro, mientras miraba hacia el campo de Quidditch. Snape apareció en la mesa, su presencia imponente atrajo la atención de todos.

La hija perdida de Klaus Mikaelson (Watching the movie HPxTOxTVD)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora