La hija perdida de Klaus Mikaelson (Watching the movie HPxTOxTVD)

Capítulo 13

En la próxima escena ya es de noche, la noche de Halloween. En el gran salón hay linternas flotando en forma de calabazas en lugar de velas. La cámara apunta hacia la mesa de Slytherin.

– ¡Wow, todo está genial! – exclamó Josie emocionada, maravillándose con la decoración.

– ¿Alguien podría explicarme por qué demonios estamos celebrando Halloween? – cuestionó Adhara, mirando a sus compañeros de mesa con el ceño fruncido – ¡¿Acaso estos ineptos no se dan cuenta de que esto recuerda la quema de brujas?! – resopló, furiosa. – Somos hechiceros, deberíamos estar honrando Samhain. – lanzó una calabaza que estaba a su lado, impactando contra la mesa.

– Eso, eso. – señaló Kol, asintiendo. – La niña tiene razón. Incluso yo, que no sabía de este mundo, puedo decir que es una falta de respeto celebrar tal atrocidad.

– ¿Qué es Samhain? – preguntó un hijo de muggles de Gryffindor, frunciendo el ceño.

– Es una festividad oscura. – respondió Hermione de inmediato, recibiendo miradas fulminantes de varios sangres puras que aún eran leales a las viejas tradiciones.

– Si no cierras la boca, juro que sí se convertirá en una festividad oscura. – gruñó Adhara, con una mirada desafiante. – Porque para el próximo Samhain, te usaré como sacrificio. – amenazó, con una sonrisa siniestra.

– ¡Señorita Campbell! – regañó McGonagall, alzando una ceja. – 10 puntos de Slytherin por amenazar a un compañero.

– Lo siento mucho, profesora. – dijo Adhara con burla, encogiéndose de hombros. – Pero no me puede quitar puntos, porque estamos en nuestro maratón de películas, no en clases.

– Es igual a Kol. – se lamentó Klaus, negando con la cabeza. – Siempre desafiando a la autoridad. – Kol solo sacó su pecho con orgullo, disfrutando de la atención.

– Estoy totalmente de acuerdo contigo. – habló Adrián Pucey, alumno de quinto año, mirando a Adhara con aprobación. – La respuesta a tu pregunta es simple: es por los hijos de muggles, para integrarlos.

– ¿Por qué es nuestra culpa? – dijo ofendida una alumna de Hufflepuff, cruzando los brazos.

– Porque ustedes son los que llegan nuevos a nuestro mundo. – respondió Adhara con frialdad, su voz cortante como un cuchillo. – Son ustedes los que deben aprender nuestra cultura, no nosotros la de ustedes.

– Además de que el ministerio lo considera magia oscura. – añadió Pansy Parkinson, con una sonrisa burlona.

– Si lo hicieron, fue por algo. – dijo Bonnie, encogiéndose de hombros.

– Tú cállate, Bennett. – silenció Adhara, lanzándole una mirada fulminante. – Tú eres la menos indicada para hablar de no usar magia oscura. ¿O quieres que te lo recuerde? – dijo alzando una ceja, haciendo palidecer a la morena.

– ¿Y por qué sería magia oscura poder conectar con nuestros ancestros? – preguntó Blaise, intrigado.

– Porque era un ritual de sangre. Los que entraban a nuestro mundo le temían – explicó Abraham Graham, otro estudiante de quinto año, con una sonrisa despectiva. – Ya sabes, la oscura.

– Pues hicieron muy bien en prohibir semejante cosa. – comentó Elena, mirando hacia las serpientes con desdén.

– Cierra la boca, niña. – dijo Vanessa, con desdén en su voz. – Tú no sabes nada de nuestro mundo como para opinar.

– ¿O sea que me tengo que sentar aquí para celebrar la muerte de miles de los nuestros? – dijo incredulidad la niña, su voz temblando de rabia. – ¿Que los inútiles del ministerio no saben que muchos de los nuestros murieron por la cacería de brujas?