15- Me toca estar contigo

408 21 2
                                    




Vera

Olivia entró en su apartamento. Ruby y yo la esperábamos en la sala con tres chocolates calientes. Era una tradición que yo tenía con mi padre los días de lluvia.

-¿Cómo te fue? -preguntó Ru desde su lugar al verla llegar.

Había un aura distinta en ella, y no era solo por el saco tres tallas más grandes que llevaba puesto.

-Bien... -dijo Olivia acercándose a nosotras. -¿Quieren que les cuente? -Ambas asentimos desesperadas.

Comenzó a contar todo. Desde la vuelta que le hizo dar cuando la saludó, hasta como se despidió. Creí que me costaría escucharlo, o que me molestaría, pero no, no sentí nada. Lo único que sentí fue la extraña emoción de Olivia, era tan notoria que podías sentirla incluso tú. Ella estaba hablando con Ruby sobre como le dió el bléiser, pero volteó a verme y cambió su expresión a una un poco más seria.

-Pero bueno, eso debe significar que lo estoy consiguiendo ¿no? -Miró a Ruby- Deberías apuntarlo en la libreta.

-Sí, tienes razón -dijo Ruby un poco descolocada.

○○○


-¿Tienes todo? -Me preguntó Ruby mientras llegábamos en Uber.

-Sip, no me falta nada. -Sonreí.

El auto aparcó en la entrada de la escuela. Allí se veía a Zeb, parado junto a lo que supuse que era su auto, más bien camioneta.

-Aquí me bajo -dije mientras tomaba mi bolso.

-Canta mucho -dijo Ru haciéndome reír.

-Escribe cuando llegues -Oliv me abrazó.

Las saludé y bajé del vehículo. Me abracé a mi bolso y me acerqué a Zeb.

-Capitán, lista para abordar -bromeé.

-Excelente, cadete Swan. -Abrió el maletero- Deposite sus pertenencias.

Dejé mi bolso en el auto riendo.

-Entonces... ¿dónde están los otros? -pregunté mirando a mi alrededor.

-Son impuntuales, como siempre. -Suspiró.

Se me quedó mirando unos segundos.

-¿Qué tienes ahí? -Acercó su mano a mi rostro y pasó un pulgar por mi cara- ¿Pintura roja? -Me miró divertido.

-Y- yo estuve pintando hace un rato. -Su mano se quedó apoyada en mi mejilla.

Entonces escuché unos pasos detrás nuestro. Volteé haciendo que mi rostro se aleje de la mano de Zeb.

-¡Hola muchachos! -Saludé a los chicos que se acercaban juntos.

-¿Qué hay, Verita? -Blaise me despeinó.

-¿Podemos irnos? Quiero seguir durmiendo. -Andrew llevaba una almohada de viaje en el cuello.

-¿Acaso vamos a viajar a Europa? -pregunté divertida mientras ambos guardaban sus cosas en el maletero.

-Ojalá, -dijo Andrew suplicante- extraño mucho París.

-Jamás fui a París. -Comenté.

-¿En serio? -preguntó Zeb. Asentí. -Te encantaría, hay un montón de museos de arte.

Me imaginé a mí en París. Sería algo muy lindo.

-Cuando era pequeña quería que mis pinturas estén en una galería en París -dije. Zeb me sonrió.

La Venganza de los Corazones RotosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora