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Sophie Torres •27 de Julio
Nos encontrábamos desayunando en el patio de la casa de playa, hoy decidimos pasar todo el día en la playa y habíamos planeado varias cosas por lo que nos apuramos en realizar toda la rutina.
Todos habían terminado de desayunar excepto yo, que estaba metida en mis pensamientos y no había tocado ni la mitad del plato.
—¿estás bien? -preguntó la señora Scobell al notar que no comía.
—Sisi, solo que amanecí un poco llena de todo lo que comimos ayer -dije con una sonrisa despreocupada.
—si quieres no te lo comas todo, cuando tengas más apetito comerás -dijo retirando el plato y yo simplemente sonreí.
Odiaba cuando esos pensamientos volvían a mi cabeza, llevaba semanas sin dejar de comer o sin pensar en aquellas cosas pero han vuelto los pensamientos y no entiendo el porqué. Los pensamientos también venían acompañados de un presentimiento esta vez, un mal presentimiento, no se muy bien porque pero siento que sucederá algo desagradable o malo pronto.
Me levanté de mi asiento y subí las escaleras, tomé un vestido de baño azul y un pantalón corto, bajé las escaleras nuevamente e ingresé al baño.
Luego de bañarme y vestirme apliqué protector solar en todo mi cuerpo incluyendo mi rostro, ya estaba lista para ir a la playa sin embargo mis acompañantes no lo estaban.
[...]
Después de un rato todos estábamos listos para ir a la playa. Walker, Leena, Emma, Anna y yo empezamos a caminar hacia la playa dejando atrás a los adultos y al menor de los Scobell.
Al llegar a la playa nos sentamos debajo de unas palmeras y empezamos a jugar "uno".
—quiero algo de tomar ¿ustedes no? -preguntó el rubio. Todas negamos y Walker se levantó dirigiéndose hacia una barra que había en la playa.
Estaba tan concentrada jugando que no noté lo tanto que demoraba Walker, habían pasado más de 10 minutos y el no volvía.
La preocupación me invadió y lo busqué con la mirada, en ese momento sentí como mi corazón se llenaba de ¿furia? o algún sentimiento raro que nunca había sentido.
Walker estaba junto a una chica de pelo castaño, ambos reían y la chica lo miraba de una manera que solamente yo podía mirar a Walker . La chica se me hizo conocida sin embargo no pude pensar muy bien en eso al notar que se acercaban.
—oigan les presento a Isabella -dijo Walker llegando junto a la castaña.
La castaña hizo contacto visual conmigo y pude observar mejor sus facciones alfin reconociendo quién era aquella chica.
